El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciará este jueves nuevas sanciones comerciales contra China, a la que acusa de robar derechos de propiedad intelectual de empresas estadounidenses.Las esperadas medidas aumentan los temores de un conflicto comercial global."Mañana (jueves) el presidente anunciará las acciones que ha decidido tomar con base en la investigación sobre los esfuerzos chinos, conducidos por el Estado y que distorsionan el mercado, para forzar, presionar y robar tecnología y propiedad intelectual estadounidense", dijo el miércoles a la Afp el vocero de la Casa Blanca Raj Shah.Trump firmará "un memorándum presidencial que apunta a la agresión económica de China", se puede incluso leer en la agenda oficial del mandatario para el jueves.Las versiones sobre la adopción de severas medidas comerciales contra China ya circulan en la capital estadounidense desde inicios de marzo.Esta nueva ofensiva proteccionista se produce dos semanas después de que el presidente promulgara tasas de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, una decisión que suscitó la reprobación internacional y severas críticas al interior de su propio campo republicano."Tenemos pruebas particularmente sólidas de que China utiliza restricciones como la necesidad de (crear) empresas mixtas (...) con el fin de exigir una transferencia tecnológica de empresas estadounidenses a empresas chinas", señaló durante una conferencia telefónica un funcionario del representante de Comercio de Estados Unidos (USTR), que pidió el anonimato.Estados Unidos y China mantienen fuertes vínculos económicos y financieros. Sin embargo, la administración Trump acusa a Pekín de "competencia desleal" al exportar hacia su mercado bienes fuertemente subvencionados vendidos a bajo precio, lo que ha conducido a un colosal déficit comercial estadounidense. En 2017, Estados Unidos registró un saldo deficitario de la balanza comercial con China de 357 mil 200 millones de dólares, 8.1% más que el año anterior, sólo por el intercambio de mercancías, es decir con exclusión del sector servicios.El gobierno chino ya ha reaccionado, alertando a Washington sobre la necesidad de evitar actuar de forma "emocional", según dijo el primer ministro Li Keqiang al advertir que una guerra comercial entre ambas potencias "no beneficiaría a nadie". Este mismo miércoles, el nuevo presidente de la Reserva Federal (el Banco Central estadounidense), Jerome Powell, admitió que "el riesgo más prominente" para la economía de Estados Unidos es precisamente el inicio de una guerra comercial generalizada.Estas sanciones podrían ser acompañadas de medidas contra las inversiones chinas en Estados Unidos y de limitaciones a la entrega de visas a ciudadanos chinos, afirmaron medios de prensa estadounidenses.Pekín podría, en contrapartida, apuntar a productos estadounidenses como la soja, el sorgo y los cerdos, producidos en particular en las zonas que votaron por Trump en 2016. Paralelamente al anuncio de la nueva ofensiva, Washington intentó calmar el panorama con la Unión Europea en lo que respecta al contenciosos sobre el acero y el aluminio."Acordamos lanzar inmediatamente un proceso de discusiones con la administración Trump sobre los temas comerciales que nos preocupan, incluyendo el acero y el aluminio, para encontrar una solución mutuamente aceptable lo más rápidamente posible", dijeron el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, y la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, en un comunicado común.Trump había provisoriamente eximido de las tasas sobre el acero y el aluminio a México y Canadá, socios de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, mientras el departamento de Comercio abrió el lunes un proceso que puede permitir a empresas basadas en Estados Unidos escapar a esta tasación.En principio, Trump había otorgado un plazo de 15 días antes de aplicar su decisión, que vence el fin de semana. Pero el representante de Comercio, Robert Lighthizer, dijo el miércoles en el Congreso que los países y empresas que comenzaron negociaciones con las autoridades estadounidenses para ser eximidos de estos pagos gozarán de un plazo suplementario.Trump había prometido con insistencia en su campaña electoral que actuaría para eliminar lo que considera distorsiones en el intercambio comercial, a las que responsabiliza por la pérdida de empleos en Estados Unidos.Malmström había viajado a Washington con el único fin de lograr que la Unión Europa sea excluida del pago de estas tasas "en su conjunto". Ella abandonó Estados Unidos en la noche del miércoles en dirección de Bruselas, donde el jueves presentará un informe ante el Parlamento europeo. JA