Dólar, inflación y crecimiento económico son las principales variables macroeconómicas mexicanas que tienen el poder de hacer ‘temblar’ a los agentes económicos en 2018, por su importante dosis de vulnerar su confianza y bienestar. En medio de un contexto económico global desafiante y de un proceso electoral en puerta en nuestro país, áreas de análisis económico alertan sobre la posibilidad de una mayor debilidad de la divisa mexicana, de riesgos sobre más choques que incrementen la inflación y el temor de una mayor desaceleración económica, a causa de pausas en proyectos de inversión y de consumo. De acuerdo con expertos de Sura Asset Management México, la economía nacional podría crecer menos de 2 por ciento, ya que la volatilidad del tipo de cambio continuará en la primera mitad de 2018 derivado del ruido electoral, la renegociación del TLCAN y las presiones inflacionarias. La inflación no tuvo un buen 2017 a raíz de la debilidad cambiaria que se ha acumulado desde mediados de 2014 y el ajuste fiscal sobre las gasolinas de enero como preparación a la liberalización de sus precios, la cual ya ha arrancado en todo el país a partir del 30 de noviembre. “Existen elementos de incertidumbre provenientes de la inflación en servicios que podrían estar reflejando una brecha de producto positiva que el Banco de México no ha identificado del todo, o efectos de segundo orden derivados de una pérdida en la confianza del poder adquisitivo de la moneda o los incrementos en salarios mínimos, que de 2015 a la fecha acumulan un crecimiento de 34 por ciento (20 por ciento real)”, precisaron expertos de Sura