Cuando una persona cercana fallece, uno de los primeros trámites que se deben realizar es obtener el acta de defunción. Este documento es esencial no solo para llevar a cabo gestiones administrativas, sino que también es un requisito previo para acceder a otros procedimientos, como la pensión de viudez. Aunque este proceso puede resultar doloroso, es crucial para asegurar que los derechos del difunto y de sus beneficiarios sean salvaguardados.Si el difunto era beneficiario de una pensión, ya sea del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), es importante dirigirse a estas instituciones para iniciar el trámite de pensión de viudez. Este proceso garantiza que los derechos económicos de los beneficiarios sean reconocidos y atendidos adecuadamente.Otro de los trámites más relevantes tras el fallecimiento de un familiar es dar de baja el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Este procedimiento debe llevarse a cabo dentro del mes posterior al fallecimiento para evitar posibles complicaciones fiscales.Para realizar la baja del RFC, se deben presentar los sguientes documentos:Este trámite se puede llevar a cabo de forma gratuita en cualquier oficina del SAT, ya sea con cita previa o sin ella.Si bien la falta de cancelación del RFC no conlleva sanciones automáticas, es fundamental tener en cuenta que si el fallecido dejó bienes o deudas fiscales, no realizar este trámite puede generar problemas legales. Según el abogado fiscalista Juvenal Lobato, el albacea podría heredar las responsabilidades fiscales del difunto.Además, si el SAT no es informado sobre el fallecimiento, puede imponer multas que van desde 4 mil 500 hasta 9 mil pesos. Por esta razón, es vital realizar este procedimiento de manera oportuna para evitar costos adicionales.Enfrentar la muerte de un ser querido es un proceso complejo y doloroso, pero es esencial estar informado sobre los trámites legales que deben llevarse a cabo. Dar de baja el RFC ante el SAT es un paso fundamental para garantizar que las obligaciones fiscales se manejen adecuadamente y para proteger los derechos de los beneficiarios.BB