“Llevar la contabilidad de tu empresa cuando eres emprendedor es una de las tareas que más pueden desgastar a las personas que trabajan por su cuenta, pues lo primordial es ofrecer un excelente servicio o producto a los clientes, por eso la mejor recomendación para quienes van a comenzar con un proyecto empresarial es buscar un asesor en contabilidad y finanzas que los lleve de la mano”, explica Nancy Ávalos Jiménez, quien desde hace tres años dirige y coordina su propia empresa dedicada a dar consultorías sobre sobre calidad y mejora continua a PyMes. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala en su estudio sobre la Demografía de los Negocios que en México existen alrededor de 4.4 millones de micro, pequeñas y medianas empresas, y son ellos unos de los sectores que más tributan al Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Ávalos Jiménez, indica que durante estos años de vida profesional su rutina fiscal consiste en una declaración bimestral, solicitar facturas, registrar sus movimientos bancarios y otros requisitos que le indica su contador. “Sé que a partir del próximo año hay cambios para el pago de impuestos, aún no lo tengo muy claro cómo voy continuar con ese tema. Los que me confunde es qué va pasar si deseo iniciar otro proyecto en otra área distinta a la que actualmente me desarrollo, por eso recomiendo hablarlo con su contador para cualquier duda”. Gonzalo Ávila Gómez, director general de la consultora AG Contadores Públicos, explica que con las disposiciones de la Miscelánea Fiscal 2022 los nuevos emprendedores tendrán algunas complicaciones con las cuales tienen que operar desde el inicio de su vida fiscal. “Con la creación del Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) se sustituye al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), esto es importante para todos los nuevos emprendedores, pues ellos no tienen opción y arrancan con ese sistema. Quienes ya operaban antes de la miscelánea tienen la posibilidad de permanecer con las mismas obligaciones y forma de pago de impuestos”, señala Ávila Gómez. Añade que las ventajas de estar con en régimen de RESICO es la facilidad administrativa y operativa que ofrece el SAT para cumplir con las obligaciones fiscales, “Ellos arrancan con la desventaja que, si facturan por ejemplo 10 mil pesos en un mes, tendrán que pagar impuestos de acuerdo al tabulador oficial, cuando en el régimen anterior se tenían otras compensaciones para quienes empezaban su empresa”. La académica especializada en finanzas de la UNIVA, la doctora María Teresa Hernández Alvarado, explica que todos los gobiernos buscan esquemas para recaudar más y que la Miscelánea Fiscal 2022 no es la excepción, “Cada que hay este tipo de cambios en la forma de tributar hay cierto descontrol y dudas, es importante esperar a que vaya caminando para conocer los verdaderos alcances de la reforma”. Para los nuevos emprendedores recomienda buscar asesoría y así optar por el mejor régimen, “Contrario a lo que dijo la directora del SAT, es importante que quienes están por iniciar una empresa tengan un contador, eso ayuda a tener claro cómo llevar la administración”. La Asociación de Emprendedores de México (ASEM) señala en su “Radiografía del emprendimiento en México 2020”, publicada recientemente que 61% de los emprendedores en el país son hombres, contra 39% de mujeres. También detalla que 80% factura menos de dos millones de pesos (MDO) anuales, un 10% de dos a cuatro MDP, 6% de cuatro a 20 MDP, un 2% de 20 a 50 MDP y el otro 2% restante más de 50 MDP. “Una opción para los nuevos emprendedores es estar en el régimen de Sociedad Anónima Simplificada (SAS) que permite que una Persona Física pase a Persona Moral, con lo cual su empresa tiene que tener un tope de cinco millones de pesos y establecer sus operaciones a base de flujo de efectivo, por lo que mes con mes se pagan impuestos sobre lo que realmente estás ganando. Recomiendo a quienes van a arrancar una empresa buscar a un profesional para que los asesore y busque cuál es la mejor forma para pagar impuestos”, finaliza Gonzalo Ávila Gómez.