La gran reforma fiscal de Estados Unidos (EU) prometida por el presidente Donald Trump avanzó ayer con su aprobación en la Cámara de Representantes y se prevé que antes de que regrese al escritorio del mandatario el Senado la sancione hoy, movimiento legislativo que repercutió en México: el peso cedió terreno y cerró en 19.50 pesos por dólar, de acuerdo con la cotización de Citibanamex, 15 centavos más alto que el cierre previo.Otro efecto que podría generar en México es que algunas empresas podrían cambiar su domicilio fiscal a la Unión Americana para pagar menos impuestos, como sucedió con el reciente conflicto en Cataluña en España, lo que generaría un hoyo fiscal en las finanzas públicas, advirtió el presidente del comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Gabriel Casillas.Para paliar los efectos, México debe impulsar una reforma fiscal que baje el ISR empresarial, generalice el IVA y exente una canasta básica de productos, con independencia de los cambios fiscales en EU o los tiempos electorales en el país, recomendó la presidenta nacional del IMEF, Adriana Berrocal González.La objeción que se hizo ayer a la reforma —incluiría reducción de impuestos con beneficio principalmente a gente acaudalada y grandes corporaciones— es sobre tres artículos menores que violan algunas normas presupuestarias, por lo que la minoría demócrata enmendará el texto, que tendrá que regresar a la Cámara para su aprobación final.La minoría demócrata se opone unánimemente, pero la mayoría republicana finalmente ha conseguido los votos después de semanas de negociaciones. Incluso se respetó el calendario inicial de aprobarla antes de fin de año.En el Senado, a pesar de la ausencia de John McCain, quien recibe tratamiento por su cáncer cerebral, los republicanos deberían reunir los 51 votos necesarios de un total de 100 miembros.Con el agresivo plan tributario del presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, algunas empresas podrían cambiar su domicilio fiscal al país del Norte para pagar menos impuestos, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).“La reforma fiscal de Estados Unidos debe manejarse en dos sentidos: uno, de sentido urgente de que no se vayan a pagar impuestos fuera de México”, alertó el presidente del comité de Estudios Económicos, Gabriel Casillas.Destacó que para empresas norteamericanas con subsidiarias en México es muy sencillo hacerlo por los tratados de doble tributación.Esa sería la primera parte en la que tendrían que reaccionar las autoridades, ponderó.Puede ser con la tasa del impuesto sobre la renta (ISR) o también con las deducibilidades y la cuota obrero patronal del IMSS, estimó.La segunda alternativa de mediano plazo, —expuso— es dar incentivos a la inversión.Por su parte, la presidenta del IMEF, Adriana Berrocal, consideró que no sólo se necesita ampliar la base de contribuyentes, sino también impulsar el crecimiento de la economía: “Podemos responder al mismo nivel de hacer un ajuste en la tasa del ISR”, apuntó. SUNLEA TAMBIÉN: Empleos atenúan reducción de inversión extranjera en JaliscoLa reforma fiscal estadounidense está dirigida a recortar impuestos a las grandes rentas y las empresas, bajando de forma significativa los aportes al fisco para las compañías de 35% a 21%, mientras que genera siete horquillas de pago fiscal para los individuos.Además deroga el impuesto al patrimonio o el impuesto mínimo alternativo para individuos.Entre los aspectos más controvertidos, más allá de la reducción impositiva a las rentas más altas, la legislación deroga también el mandato de seguro individual requerido por la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama a partir de 2019, y permite la perforación en una parte del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.