El Gobierno estatal destinó mil 110 millones de pesos (MDP) a través del Plan Emergente de Protección al Empleo y al Ingreso de las Personas para ayudar a empresas con el pago de la nómina y a los autoempleados (como los comerciantes informales) durante la emergencia sanitaria por el COVID-19. Sin embargo, el esfuerzo de la autoridad se queda corto frente al universo de empleados y empleadores en Jalisco que se han quedado sin ingresos. De los apoyos, 450 MDP se asignaron a micro y pequeñas empresas (aquellas con menos de 15 empleados), pero esto apenas cobijaría a uno de cada 10 trabajadores, ya que en total hay 1.5 millones que dependen de estos negocios, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI. Los subsidios apenas alcanzarían para 225 mil empleados. Algo parecido sucede con el apoyo a medianas empresas, a las que se destinaron 60 MDP para 100 de éstas. Es decir, tres de cada 100 trabajadores de medianas empresas que hay en Jalisco serían acreedores a la ayuda. Para los autoempleados hay un fondo de 600 MDP para entregar cinco mil pesos a cada uno, pero esto sólo cubriría el 16% del total. Los organismos empresariales han exigido al Presidente Andrés Manuel López Obrador que impulse un plan de incentivos fiscales, el diferimiento de plazos en pagos de gravámenes y el redireccionamiento de recursos para los mega proyectos de su administración.Más de150 mil empleos están en riesgo en el Estado si el Gobierno federal no toma medidas adicionales.JL