Los precios administrados del sector público así como las tarifas públicas suelen tener una importante participación en la tendencia de la inflación en el país de acuerdo con una investigación del Banco de México (Banxico).Algunos ejemplos de esto son la electricidad, el gas y la gasolina.Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestra que mientras la inflación alcanzó un registro anual de 6.1% al mes de octubre, la escalada de las tarifas de electricidad y combustibles observó una variación de 5.10 por ciento.El gas doméstico L.P. registró una fluctuación anual de 27.10%, mientras el del gas natural traía ya un avance de 16.79% también a 12 meses.La información del Inegi muestra que la gasolina de alto octanaje, que corresponde a la llamada Premium, completó en octubre una variación anual del 17.8% en su precio al público.En tanto, la de bajo octanaje, la llamada Magna, completa una escalada de 9.84% anual al mes de octubre.De acuerdo Banxico, el comportamiento de los energéticos reflejó por una parte el desvanecimiento del efecto aritmético asociado con los bajos precios de la gasolina que tuvieron lugar por la pandemia y el cierre económico así como por la reducción de los precios del gas LP.En el Informe Trimestral del banco, presentado la semana pasada, especialistas explicaron que desde la introducción de políticas de precios máximos en el gas, la inflación de energéticos se ha incrementado.Tarifas públicas también aportanEn tanto, las tarifas autorizadas por el gobierno, mantienen una variación inferior a la de la inflación general, de 1.88% anual, pero en sus diversos componentes hay picos destacables.Las tarifas por trámites vehiculares promedian una variación de 4.17% anual. Le siguen los derechos por suministro de agua con 4.07%; cuotas de autopistas con 3.56% y la expedición de documentos del sector público con 3.30% anual.