La fiscalidad de las multinacionales, cuya contribución a los presupuestos nacionales no ha dejado de disminuir desde hace 40 años en beneficio de los paraísos fiscales, es objeto de una ambiciosa reforma en la reunión de finanzas del G7.Estos son algunos elementos para entender el proyecto que debería poner fin a la llamada optimización fiscal de los gigantes de la economía mundial.¿Por qué?En 2017, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recibió el mandato del G20 de combatir la “erosión de la base imponible y la transferencia de beneficios” (BEPS).Se trata de estrategias de optimización que permiten a las grandes empresas evitar el pago de impuestos.Las negociaciones se reactivaron gracias a una propuesta de la administración Biden de fijar una tasa mínima de 15 por ciento. Y también por la pandemia de COVID-19, porque los estados buscan y necesitan nuevos ingresos tras haber desplegado importantes planes de recuperación.¿Cómo?El objetivo es impedir que las empresas se escondan en países especialmente “acogedores” fiscalmente pero desconectados de su actividad real.La reforma tiene dos “pilares”.El “pilar 1” pretende repartir equitativamente entre los países el “derecho a tributar” por los beneficios de las multinacionales, ya que una empresa como la petrolera BP, por ejemplo, está presente en 85 países.Los Estados tendrán que acordar un nivel de “exceso de beneficios” que se redistribuirá en función del volumen de negocio realizado en cada país.El “pilar 2” consiste en introducir un impuesto mínimo global para garantizar que una empresa multinacional no pague menos sea cual sea el lugar de su sede.¿Qué tasa?Estados Unidos había puesto el listón relativamente alto con una propuesta de tasa del 21%, antes de poner sobre la mesa una cifra más de consenso de “al menos 15 por ciento”.Pero los economistas Gabriel Zucman y Thomas Piketty la consideran “ridículamente baja”, ya que la tasa media del impuesto de sociedades en todo el mundo es de 22%, frente a 50% en 1985.Según datos de la OCDE, la tasa inferior a 15% se aplica en paraísos fiscales con tasa cero -como Jersey, Guernsey, Bahamas, Bermudas, las Islas Caimán, pero también Emiratos Árabes Unidos y Baréin-, y en países europeos como Irlanda (12.5%), Hungría (9%) y Bulgaria (10%).En algunos países, la tasa oficial puede ser elevada, como en Luxemburgo (25%) o Malta (35%), pero existen múltiples exenciones que la reducen considerablemente.¿Qué empresas?La tasa sólo se aplicará a las grandes empresas con múltiples filiales y sucursales en todo el mundo, con volúmenes de negocio gigantescos y que tienen medios para reducir su carga fiscal.Inicialmente, el pilar 1 de la reforma se dirigía a empresas digitales, entre ellas las llamadas GAFA (Google, Amazon, Facebook, Apple), lo que no gustaba a Estados Unidos.La nueva propuesta estadounidense consiste en “tomar a los ganadores de la globalización, es decir, las 100 empresas más rentables del mundo, que solas obtienen la mitad de los beneficios mundiales”, declaró Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Fiscal de la OCDE.En lo que concierne el pilar 2 -el impuesto mínimo global- se verían afectadas menos de 10 mil grandes empresas, según la OCDE.¿Cuántos ingresos fiscales?La OCDE ha cifrado los ingresos en 81 mil millones de dólares al año, basándose en una tasa de 12.5% para el pilar 2.Según el Observatorio Fiscal Europeo, si la UE aplicara un tasa de 25%, aumentaría un 50% sus ingresos fiscales actuales.Si se aplicara un tasa de 25%, los bancos europeos tendrían que pagar un 44% más de impuestos y empresas como Shell, Iberdrola o Allianz entre un 35 y un 50% más, precisó. La Comisión Europea y el Reino Unido anunciaron la apertura de investigaciones para determinar si Facebook viola las normas de competencia relativas al uso de datos recogidos por publicidad para fortalecer indebidamente su posición comercial.La comisaria europea para la Competencia, Margrethe Vestager, apuntó en un comunicado en Bruselas que analizarán “en detalle si esta información le da a Facebook una indebida ventaja competitiva”, en especial en el segmento de anuncios comerciales realizados por particulares.“Facebook es utilizado por casi tres mil millones de personas cada mes, y casi siete millones de empresas publican anuncios comerciales en Facebook. Así, Facebook recoge enormes cantidades de datos de las actividades de usuarios de sus redes sociales, y eso le permite dirigirse específicamente a grupos de usuarios”, dijo Vestager.Según la responsable, en el segmento de los anuncios comerciales realizados por particulares -que en el caso de esta red social se denomina Facebook Marketplace-, “Facebook también compite con empresas de las que recoge información. En la economía digital actual, la información no debe ser usada en formas que distorsionen la competencia”, apuntó.En su comunicado, la Comisión Europea indicó que examinará “si la posición de Facebook en las redes sociales y la publicidad en línea le permite afectar la competencia en mercados vecinos, donde Facebook también está activo gracias a su red social, y en particular en los anuncios en línea”.La investigación británica se propone verificar “si Facebook obtuvo una ventaja injusta sobre competidores y proporcionar servicios de anuncios clasificados en línea y búsqueda de parejas amorosas, por la forma en que acumula y utiliza cierta información”. PARA SABERFacebook ya está en la mira de las autoridades de la Unión Europea (UE) por sus prácticas comerciales.A mediados de mayo, la UE ya lanzó una investigación sobre la operación de compra, por parte de Facebook, de la firma Kustomer, especializada en ayudar a empresas a relacionarse con clientes en línea.Aunque el monto de la operación se situó muy por debajo de los límites establecidos por la UE para abrir una investigación, la medida fue decidida ante las preocupaciones sobre el impacto de esa adquisición en las normas de competencia.La gigante red social también es uno de los puntos centrales de preocupación en un ambicioso proyecto de ley que la Comisión Europea lanzó en diciembre pasado para mantener bajo control el poder de las grandes plataformas digitales (Google, Amazon, Facebook y Apple).