A los griegos le debemos el extraordinario mito del dios Hermes; heraldo y mensajero de los dioses, encargado de proteger las fronteras y responsable de enviar las malas y buenas nuevas del dios supremo Zeus. Desde la antigüedad se distinguía como invaluable la tarea que representaba la mensajería. Aquí, en Jalisco, tenemos nuestro gran mensajero, un hombre que tuvo la visión y claridad de intención para desarrollar desde cero una empresa que es un icono de la logística. Pablo Moreno es nuestro gran mensajero, creador y fundador de Grupo ampm.Desde muy pequeño, Pablo aprendió de su padre lo que es la cultura del esfuerzo. A los 13 años empezó a trabajar en el negocio familiar y supo que trabajando duro y de forma disciplinada se logran las metas trazadas.De joven, durante sus años de estudiante universitario, Pablo Moreno trabajó en la Universidad Panamericana (UP) para sacar adelante sus estudios. Una de las actividades que realizó fue ser el encargado de invitar a los chavos de preparatoria a que conocieran la institución a través de conferencias. Desafortunadamente, esas invitaciones o nunca llegaban o llegaban tarde, ya que el Servicio Postal Mexicano estaba lejos de ser eficiente.Ese obstáculo le generó problemas a Pablo. Su jefe le cuestionó los resultados y aun cuando comprobó que se debió a un error de terceros, se le exigió resolver el problema y ofrecer soluciones para sacar adelante esa contrariedad.Al poco tiempo encontró una solución que compartió con la más alta autoridad universitaria de aquellos años. Pablo le envió una carta al rector proponiéndole que se compraran dos motocicletas y se contrataran a dos choferes para hacer la entrega de la mensajería directamente. El rector le respondió que si él compraba las motos y contrataba a los choferes, entonces la Universidad Panamericana sería su primer cliente.De un vacío en el servicio y de una insatisfacción declarada, nació Grupo ampm. Hoy, Pablo Moreno le agradece tanto al otrora rector de la UP por su sabio consejo y propuesta, y al Servicio Postal Mexicano por sus fallas constantes y manifiestas.Pronto el servicio que ofrecía Pablo a la UP quedaría corto ante una necesidad que compartían todo tipo de instituciones. Arrancó en Guadalajara para luego llegar a todo Jalisco ofreciendo servicios de mensajería tradicional que va desde estados de cuenta de bancos, cuentas prediales, publicidad de tiendas departamentales, recibos de luz, telefónicos, mensajes de carácter político y un largo etcétera.Sin embargo, los tiempos cambiaron y hoy, auqnue todavía funciona la mensajería tradicional, ese tipo de servicios disminuyó ante la cultura paperless y el uso de tecnologías que permiten a los usuarios informarse y realizar trámites en línea.A pesar de esta nueva circunstancia, Pablo sabía que tras el cierre de alguna puerta siempre se abrían otras tantas por aprovechar. La oportunidad que le permitió seguir creciendo fue precisamente uno que nace también del desarrollo tecnológico. El e-commerce vino a generar una nueva oportunidad para el negocio logístico.La expansión de Grupo ampm que tuvo durante 28 años le permitió a atender lo que en el ramo se llama la “última milla”, es decir, llegar a todos los rincones del país. Eso los habilitó para ser subcontratados por muchas de las grandes firmas de mensajería internacional.Por otro lado, también se convirtieron en aliados estratégicos de las grandes cadenas de e-commerce del mundo para hacer entrega de una gran parte de las compras virtuales que se realizan en México.Además, ofrece el servicio de renta de mensajeros, ya que se han profesionalizado en la formación y capacitación de quienes son la base de esta industria.Grupo ampm es aliado y al mismo tiempo competencia de las grandes firmas de logística del mundo. La cultura del esfuerzo de Pablo le ha valido tener un crecimiento importante para su empresa y colocarla en una situación estratégica en el mercado.Las nuevas líneas de negocio de la empresa y la permanente búsqueda de oportunidades auguran un aumento sostenido para esta empresa orgullosamente jalisciense.