El 29 de noviembre se firmará un Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ya sea bilateral o trilateral, aseguró el coordinador del Consejo Consultivo de Negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial, Moisés Kalach. “Los textos se publican en la página del USTR en inglés (el 30 de septiembre) y tienen que pasar 60 días antes para que el presidente lo pueda firmar, lo que nos lleva 90 días de la fecha de la notificación, eso nos lleva al 29 de noviembre para firma, yo creo que vamos a ver un acuerdo firmado el 29 de noviembre, ojalá trilateral, pero seguro vamos a firmar un acuerdo ese día”, dijo Kalach en entrevista con El Financiero. El empresario expuso que el texto final, que se entregará al Congreso estadounidense a finales del mes en curso, no tendría que estar terminado al 100 por ciento; además, Canadá podría sumarse después de la entrega de este documento. “En realidad el texto se tendría que entregar completo el 30 de septiembre, esa es la ley del TPA (Trade Promotion Authority), pero ya supe por consultas legales que podrán entregar un texto al 90 por ciento, por ejemplo, y que ese texto no es el texto final que se tiene que firmar, sino que puede tener modificaciones, incluso importantes; entonces, realmente Canadá se podría sumar, yo creo que si es en los 60 días (siguientes) empezaría a costarle más, porque una vez que se conozcan los textos van a saber todas sus posiciones”, detalló Kalach. Por otro lado, con respecto a los tiempos legislativos mexicanos, el acuerdo se podría mandar al Senado para su ratificación en la próxima sesión ordinaria, o bien en una sesión extraordinaria. “En México se podría mandar al Senado en la próxima sesión ordinaria, no creo que llamen una sesión extraordinaria para aprobar esto, pero se podría, si el Senado decidiera llamar una sesión extraordinaria para aprobar el acuerdo lo podrían hacer, o si no, lo mandarían al año que entra, pero esa ya es una decisión del Legislativo”, mencionó el empresario. En este sentido, agregó, hay ventajas y desventajas de mandarlo antes al Congreso; por un lado si se envía anticipadamente y se ratifica se elimina la incertidumbre en los mercados y tras la ratificación, se congelan los potenciales cambios que se podrían hacer en los textos. “Pero por otro lado, lo vas a aprobar antes que EU, no sé si te convenga eso, tomando en cuenta que en noviembre 6 es la elección de medio término y no sabes cómo va a quedar el Congreso de EU, y se escucha mucho que el Congreso pudiera cambiar a demócrata, y si eso cambia te pudiera, otra vez, abrir una estrategia”, expuso.Kalach aseguró que uno de los sectores que más ganó con la negociación bilateral fue el agropecuario, ya que se consiguió eliminar la estacionalidad; se modernizaron las medidas sanitarias y fitosanitarias con base en métodos científicos; y las asociaciones del sector de ambos países seguirán trabajando para incluir regiones libres de plagas. “Yo te apuesto a que el comercio de agropecuarios en nuestro país se va a triplicar en los siguientes años”, estimó el empresario. Otros de los sectores que ganaron fueron el químico; el textil (con excepción del ‘de minimis’); el capítulo anticorrupción; la renegociación de 22 reglas de origen de la cadena de abasto de aluminio y acero; así como 20 capítulos modernizadores, señaló. Algunas de las resoluciones con las que la IP no quedó al 100 por ciento satisfecha son las restricciones que seguirán prevaleciendo en la entrada de camiones mexicanos a EU, la cual, comentó Kalach, esperaban que se levantara, sin embargo, no se logró aterrizar. El tema del ‘de minimis’, cuyo nivel subió de 50 a 100 dólares, tampoco los deja tranquilos, ya que la parte de aduanas que está atada a la liberación de una franquicia, los mantiene preocupados. Por otro lado, para los empresarios en el tema laboral no se acabó el proceso como esperaban; y las referencias salariales incluidas en el sector automotor tampoco les convencen del todo.
