México produce anualmente casi 57 millones de toneladas de caña, un cultivo agrícola que se utiliza principalmente para la obtención de azúcar y que en esta época decembrina se puede encontrar y saborear en el tradicional ponche. Este cultivo, cuyo consumo per cápita anual es de 36.7 kilogramos, es identificado por la Ley de Desarrollo Rural Sustentable como un cultivo básico para el país, y para su procesamiento se requiere de mucha mano de obra, por lo que representa una relevante fuente de empleo. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Seder), la caña de azúcar (Saccharum officinarum) llegó al país en la época de la Conquista, y su primera plantación tuvo lugar en Veracruz, estado que sigue ocupando el primer lugar con la tercera parte de la producción nacional: más de 21 millones de toneladas de los casi 57 millones que produce el país al año. La caña de azúcar además de ser utiliza, sobre todo, para la obtención de azúcar, también se emplea como abono, alimento animal o para la fabricación de papel y es una fruta que se puede disfrutar en el ponche. Su jugo, otro derivado, se emplea en la elaboración de alcohol industrial y de bebidas alcohólicas. Por otro lado, señala que a la caña de azúcar se le considera una de las fuentes energéticas más económicas para el hombre, y uno de los cultivos con mayor capacidad para convertir la energía solar en biomasa, que se emplea para producir bioetanol, un sustituto del petróleo que tiene la ventaja de ser una fuente de energía renovable. Por ello, transformar la industria azucarera mexicana constituye una prioridad, y el reto más importante es hacer de la caña de azúcar una fuente para solucionar tres problemas esenciales: alimentación, energía y medio ambiente. De ahí que la caña de azúcar más allá de su dulce sabor es el cultivo agrícola más importante del planeta, además de tener un gran potencial de diversificación, precisa la dependencia en su blog.NM