Aunque en los primeros ocho meses del año Petróleos Mexicanos (Pemex) exportó más barriles de petróleo crudo, las ganancias económicas fueron inferiores a las de 2019. La caída se debe, principalmente, a los precios del crudo registrados durante los meses de marzo y mayo pasados.De enero a agosto de 2020, la plataforma de exportaciones promedió un millón 137 mil barriles diarios, con ganancias de nueve mil 327 millones de dólares en ese lapso. Y en el mismo periodo del año anterior documentó 15 mil 676 millones de dólares por una exportación promedio de mil 134 barriles diarios.Sin embargo, en julio y agosto el precio documentó una recuperación a 36.75 y 39.52 dólares por barril, respectivamente. En comparación, en abril cada unidad costaba 17.10 dólares. Este año, el promedio es de 33.62 dólares, casi la mitad de los 61.41 dólares de 2018.De acuerdo con el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021, Pemex estima bajar la exportación de crudo a 870 mil barriles diarios, y espera compensar la disminución con el aumento del costo del crudo a 42.1 dólares por unidad.La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que, en lo que va de 2020, el precio del barril de la mezcla mexicana registra una disminución acumulada de 32.56%, y un nivel promedio de 34.18 dólares por barril, debajo de lo previsto en la Ley de Ingresos para 2020 (de 49 dólares por barril).El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) explica que el desplome en los precios del petróleo obedeció a un episodio transitorio y asociado a un evento coyuntural específico, que fue el vencimiento en Estados Unidos del plazo para el cierre de contratos de venta de petróleo, con entrega a mayo.“Este hecho fue vinculado a la saturada capacidad de almacenamiento de sus reservas petroleras y a un evento más sistémico, que es el desequilibrio entre el exceso de la oferta y una demanda deprimida, en el contexto de las expectativas de una recesión de duración incierta, propiciada por la pandemia del COVID-19”.Además, en mayo entró en vigor el acuerdo para reducir la producción mundial del petróleo, por lo que las perspectivas del precio del combustible podrían mejorar, “siempre que el crecimiento de los contagios por el nuevo coronavirus disminuya considerablemente, que comience la reactivación económica y, por ende, de la demanda del petróleo a nivel mundial, una situación que generaría un incremento en los precios del energético”.Deudas inéditasDe acuerdo con el último informe de Pemex, correspondiente al segundo trimestre de 2020, se reporta que la deuda se ubicó en dos billones 461 mil millones de pesos. Esto significó un aumento de 24.1%, con respecto al cierre de 2019. “Debido a la depreciación en el tipo de cambio del peso frente al dólar estadounidense que impacta negativamente en el saldo”, argumentó al respecto la Secretaría de Hacienda.Otro indicador negativo para Petróleos Mexicanos (Pemex) es el relacionado con las ventas internas de productos petrolíferos (gas licuado, gasolinas, diésel, turbosina, combustóleo y asfaltos), que está muy por debajo de lo registrado en 2019, principalmente por la caída en la adquisición de las gasolinas Magna y Premium. Aunque en julio y agosto comenzó la recuperación en el volumen de las ventas, esto no se refleja en el valor de las mismas.Sin embargo, de enero a agosto, el total de ingresos por los productos petrolíferos fue de 311 mil 397.1 millones de pesos, cuando en el mismo periodo del año anterior fueron 527 mil 848 millones de pesos.El peor registro lo tienen las gasolinas automotrices, que suman ventas por 189 mil 710.6 millones de pesos. En comparación, en los primeros ocho meses de 2019 vendieron 304 mil 521.3 millones de pesos, según los informes mensuales de Pemex.Abril de 2020 fue el mes con menos ganancias en este rubro, con 12 mil 263.6 millones de pesos por las ventas de gasolinas. Se trata del periodo más bajo desde 2018. Por ejemplo, en abril de 2019, los ingresos por ese concepto fueron por 42 mil 037.8 millones de pesos.La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que, de enero a junio de 2020, los ingresos petroleros del sector público se ubicaron en 249 mil 795 millones de pesos, monto inferior en 208 mil 811 millones de pesos respecto a lo programado, y en 41.3% real respecto a lo observado en el primer semestre de 2019, debido a los efectos particularmente adversos que han tenido sobre el sector las restricciones a la movilidad y la incertidumbre sobre la velocidad de recuperación. “Esto explica la contracción de 3.7% real anual en los ingresos presupuestarios totales”, indica Hacienda.Este concepto incluye los ingresos de Pemex, que significa los ingresos netos por las ventas internas y externas, así como los ingresos diversos derivados de los servicios y las aportaciones patrimoniales, entre otros.También suma los ingresos que el Gobierno federal recibe a través del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, y la recaudación de Impuesto Sobre la Renta (ISR) que se produce por los nuevos contratos y asignaciones en materia de hidrocarburos.El paquete económico propuesto para el ejercicio fiscal 2021 indica que habrá una mejora en los precios del petróleo en el siguiente año, “ya que se espera que la reactivación de la demanda sea cubierta en buena parte con los inventarios que se han acumulado durante estos meses. Así, para las proyecciones de las finanzas públicas se propone un precio de 42.1 dólares por barril, nivel que está en línea con los precios observados recientemente”, menciona el Gobierno federal.La estimación de la plataforma de producción del petróleo para 2021 se realizó tomando en consideración la evolución esperada de los precios, la dinámica observada en la producción por parte de las empresas privadas y de Pemex, así como el enfoque en la eficiencia (tanto en materia de exploración y extracción de hidrocarburos como en lo que se refiere al abastecimiento de combustibles para el mercado mexicano) y la propuesta de la Secretaría de Energía hecha al Presidente Andrés Manuel López Obrador, destaca la Secretaría de Hacienda.Los cálculos emplean una plataforma de producción del crudo de mil 857 dólares por barril, mayor que la estimación de mil 744 dólares por barril para el cierre de este año. Por otro lado, se prevé que los ingresos presupuestarios en 2020 sean menores en 0.6% del Producto Interno Bruto (PIB), como resultado de la menor actividad económica, derivada de las acciones implementadas para disminuir los efectos negativos de la pandemia del COVID-19, y por la reducción de los ingresos petroleros en 0.8% del PIB debido, principalmente, a un menor precio y plataforma de producción del petróleo crudo.“Lo anterior se compensa, parcialmente, con los recursos provenientes del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), con la recuperación de otros activos financieros ahorrados para enfrentar las contingencias y con las coberturas petroleras contratadas para mitigar el impacto de choques en los precios”, explica la Secretaría.Para Petróleos Mexicanos (Pemex) se contempla un déficit financiero de 92 mil millones de pesos y un techo de endeudamiento interno neto de hasta 22 mil millones, así como otro endeudamiento externo neto de hasta 10 mil millones de dólares.En el corto plazo, los ingresos que recibe el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo del Gobierno mexicano, provenientes de la exploración y extracción de petróleo, se verán mermados. Sin embargo, hacia el fin del ejercicio fiscal una parte importante de ese faltante se vería compensado por los contratos de las coberturas petroleras que el propio Gobierno adquirió para este año, los cuales se harán válidos una vez que terminen su vigencia.La baja en los precios del petróleo provocaría que la venta del energético no sea suficiente para solventar sus costos de producción, lo que implicaría un efecto negativo muy importante para las finanzas de Pemex. “El tamaño del impacto dependerá del precio promedio que se registre en los mercados financieros internacionales”.Fuente: Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).A un año y medio de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara el plan de rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex), y pese a la inyección de recursos, la empresa perdió más de 954 mil millones de pesos (casi un billón) por las caídas en sus ventas, principalmente.Las mayores pérdidas obedecen al primer semestre de este año, con una caída de 606 mil 587 millones, por arriba del saldo negativo de 2019, cuando no ingresaron 347 mil 911 millones de pesos, con base en la Secretaría de Hacienda.Antonio Ruiz Porras, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), señala que la crisis petrolera se agravó con la pandemia del nuevo coronavirus y la recesión económica global; es decir, independiente a los problemas financieros de Pemex, los efectos en la economía internacional y la crisis sanitaria empeoraron la situación de la empresa.Sergio Negrete, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), señala que lo anterior es resultado de una estrategia energética “equivocada” de López Obrador, la cual consiste en invertir en la búsqueda de petróleo para aumentar la producción. Además, lamenta que se cancelaron las rondas petroleras y las asociaciones de Pemex con la iniciativa privada nacional y extranjera. “La estrategia está llevando a la empresa al desastre. Pemex no para de perder dinero y lo más probable es que seguirá perdiendo a carretadas de aquí a que termine el sexenio”.Durante el primer semestre del año, el Gobierno federal inyectó 78 mil 563 millones de pesos a la compañía petrolera, vía apoyos fiscales y para la construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, pero sirvieron de poco.GC