El Gobierno mexicano presentó una apelación a la decisión del pasado mes de octubre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), cuando expuso que considera que Estados Unidos realizó correctamente y de acuerdo a las reglas internacionales los cambios a su legislación para la importación, comercialización de atún y de sus derivados.México considera que estas supuestas modificaciones son contrarias a lo dispuesto por el organismo.La OMC notificó que después de recibir la apelación, canceló la reunión que se tendría el próximo 4 de diciembre de 2017, para que su organismo de disputas comerciales adopte el reporte que se emitió el 26 de octubre pasado.Con ello, nuevamente deberá de revisar el caso para determinar si se ratifica el fallo del mes de octubre o si se modifica.Estados Unidos y México se enfrentan desde hace más de 25 años por las condiciones de utilización del etiquetado “Dolphin Safe” para los productos de atún. México reprocha a Washington la imposición de reglas mucho más estrictas que para otros países que exportan a Estados Unidos.Dos grupos especiales de la OMC dieron en octubre razón a Estados Unidos, al determinar que las modificaciones introducidas en la política de etiquetado en 2016 eliminaron el tratamiento discriminatorio “arbitrario e injustificado” contra los productos de atún mexicanos o se justificaron como excepciones a las normas porque eran necesarias para la conservación de recursos naturales agotables.Este fallo supuso un golpe para México, dado que el país admitió durante el procedimiento de arbitraje que, en caso de perder esa fase del litigio ante la OMC, tendría que poner fin a las sanciones comerciales que la organización le permitió en mayo imponer a Estados Unidos por 163 mil 023 millones de dólares al año por el incumplimiento de una medida estadounidense anterior sobre el etiquetado de atún en 2013.El dictamen también supuso un golpe para los atuneros mexicanos, que habían denunciado pérdidas acumuladas millonarias por las restricciones que sufrían para acceder al mercado del país vecino y que está valorado en cerca de 700 millones de dólares.En la disputa que tienen México y Estados Unidos sobre las exportaciones del atún, el país del Norte argumentaba que los modos de pesca de los atuneros mexicanos tienen un elevado riesgo de captura incidental de delfines, por lo que impedía que este producto exhiba el etiquetado “Dolphin Safe” en las latas de atún importadas desde México.Los desacuerdos por el comercio de atún entre ambos países remontan a la década de los 80, pero fue en 2008 cuando México planteó por primera vez el caso ante la OMC, que emitió en 2012 un fallo favorable al país y dio a Estados Unidos hasta el 13 de julio de 2013 para cumplir con el dictamen.Ese día Estados Unidos dijo que había enmendado ciertas exigencias en el etiquetado para la importación del atún mexicano y que cumplía por ende con sus obligaciones contraídas con la OMC.No obstante, en 2015 la OMC decidió que el cambio no cumplía tampoco las reglas de la organización, por lo que en 2016 Washington modificó de nuevo las normas, que los grupos especiales determinaron se ajustan a las reglas de la organización.