En el año 2010 se registraban 31.6 millones de vehículos de todo tipo en circulación en México, sin incluir las motos y las unidades del Gobierno, según el Inegi. Sin embargo, una década después la cifra se disparó a 50.5 millones. En otras palabras, hay 40 unidades por cada 100 habitantes en el país. La alerta es que se podría registrar otro incremento importante con el plan de legalización de vehículos “chocolate” que pretende el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador el próximo mes. Tan sólo en la ciudad de Tijuana se estiman un millón de vehículos de procedencia extranjera que serían legalizados, pero luego se ofertarían a lo largo y ancho del país.La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores advierte que la introducción y comercialización irregular de vehículos usados es un tema discutido desde hace décadas, pero suman 19 procesos de regularización puestos en marcha entre el periodo 1979 y 2011. Desde ese año, se suspendieron las legalizaciones masivas.En junio pasado, durante su visita a Baja California, Andrés Manuel López Obrador anunció la campaña para regularizar los famosos autos “chocolate”. Se trata de las unidades que entraron al país de manera ilegal, sin presentar los documentos necesarios para su regulación en suelos nacionales.Generalmente entran por la Frontera Norte para terminar vendidos en lotes de autos usados a precios “relativamente” accesibles. Según la Federación, la legalización de vehículos “traerá mayor seguridad a la población”, pues la mayoría de los delitos están relacionados con este tipo de unidades y así podrán rastrearlos en caso de ser necesario. Aunque no se considera la importación adicional que detonaría este programa.En cuanto al costo del trámite, López Obrador no dio más detalles, pero aseguró tendrá un costo bajo. De igual manera, comentó que todo lo recaudado será para la gente de escasos recursos de la zona fronteriza.Los autos “chocolate” suelen representar un riesgo para toda la población. Además de su relación directa con los crímenes, suelen ser importados a México en las peores condiciones posibles para disminuir sus costos. Esto quiere decir que por las calles circulan autos inseguros, tanto para los ocupantes como para los transeúntes. De igual manera, suelen descomponerse rápido y la escasez de refacciones obliga a los dueños a abandonarlos al poco tiempo.18 millones. Estimación de vehículos “chocolate” que circulan en México.40 automotores por cada 100 habitantes en el país, es el promedio actual.* No se incluyen vehículos de Gobierno.Fuente: Inegi.Además del sector automotriz, la Coparmex y el Consejo Coordinador Empresarial se manifiestan contra la legalización de autos “chocolate”. “Han sido reiteradas las reformas legales o políticas públicas impulsadas en los últimos meses que resultan desalentadoras para la economía y el estado de derecho. A éstas, se suma el anuncio de regularizar los autos ilegales. Eso implicaría legalizar el contrabando y fomentar la competencia desleal en una industria estratégica para México y gravemente afectada por la pandemia, como lo es la automotriz. También tenemos claridad sobre lo complejo que este tema resulta para los habitantes de la franja fronteriza del país”, manifestó el sector patronal.Indicó que, como lo ha advertido la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, la introducción y comercialización irregular de vehículos usados procedentes de los Estados Unidos es un tema discutido por décadas. “Han sido múltiples los intentos gubernamentales por poner orden, muestra de ello son los 19 procesos de regularización puestos en marcha en el periodo de 1979 a 2011. De hecho, hoy importar un vehículo usado es factible de acuerdo con el decreto emitido por la presente administración, por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de diciembre de 2020. Quien cumpla con lo estipulado puede legalmente introducir un auto a México, el problema radica en la introducción ilegal que es un delito por medio del cual se benefician organizaciones criminales, grupos que promueven la corrupción, incluso la comisión de otros delitos mediante el uso de esos autos. Además de representar un acto de evasión fiscal”.Entre los riesgos e impactos que podría provocar la medida, insistió en el golpe al sector automotriz. “En el mercado nacional se vendieron 428 mil 312 vehículos ligeros durante enero-mayo de 2021. Esto está 19.8% por debajo de los niveles registrados en enero-mayo de 2019. La producción total de vehículos ligeros está 19.7% por debajo de los niveles vistos en el mismo periodo previo a la pandemia. Por eso no podemos esperar que la recuperación del sector automotriz en México dependa exclusivamente del repunte del sector estadounidense, que se prevé ocurra hacia finales de 2022. Tampoco deben perderse de vista las presiones que enfrenta, como es el incremento del precio del acero (que alcanzó su mayor nivel en siete años), el desabasto de semiconductores (chips) en el mercado global o los procesos laborales para renovar contratos colectivos entre sindicatos y empresas como parte de lo establecido en el T-MEC”.Acentúa que la competencia desleal que representa la regularización de autos “chocolate” atentaría gravemente contra la recuperación de un sector clave para el país. “La AMDA estima que podría implicar una caída del 39% en las ventas del mercado nacional”.Sobre los empleos asociados y que estarían en riesgo, explicó que “son casi dos millones de empleos vinculados a la fabricación de equipo de transporte y a su comercio al mayoreo y menudeo. Muchos de ellos se verían en riesgo dada la posible contracción del mercado interno”.También se registraría una caída en la recaudación federal, porque habría dos efectos: “Los fabricantes dejarían de pagar IVA e ISR ante los recortes en la producción que tendrían que hacer por una menor demanda de autos nacionales. Y habría una contracción en la captación del Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN) , que es un impuesto que los compradores de vehículos nuevos deben pagar. En 2020, se recaudaron poco más de 11 mil millones de pesos por este concepto”.GUÍAEl Senado de la República rechazó que el año pasado entrara en la Ley de Ingresos Federal la regularización de los vehículos importados de forma ilegal.La Cámara de Diputados había aprobado el 17 de octubre de 2019 un proyecto de decreto en la Ley de Ingresos, con un artículo y un transitorio, con la propuesta de regularizar millones de automóviles “chocolate”. Pero el Senado rechazó los artículos.La propuesta de legalizar estos vehículos la hizo el diputado Manuel López, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), con el argumento de que se recaudarían 50 mil millones de pesos adicionales por los 18 millones de vehículos irregulares que, según él, hay en México.La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) había alertado que las ventas de los automóviles podrían caer hasta un 30% al año si se aprobaba la ley, por lo que emitió un comunicado para reconocer la rectificación de los senadores.Senadores de oposición coincidieron en que la iniciativa de los diputados afectaría al sector automotor, que en 2018 se consolidó como el “más importante del país” y rebasó los 90 mil millones de dólares en divisas netas, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).PARA SABERSEÑALAN LOS RIESGOSLa Coparmex señala que resulta incongruente que las autoridades promuevan acciones como el Programa Sembrando Vida para fomentar la siembra de árboles y, al mismo tiempo, se aliente la introducción de automóviles al país que, por sus elevados kilometrajes y antigüedad, son altamente contaminantes.En algunas zonas metropolitanas, las emisiones generadas por vehículos representan hasta un 60% de la contaminación total por partículas suspendidas gruesas (PM-10).Y lo más grave “es que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en nuestro país 14 mil 700 personas a causa de enfermedades asociadas a la contaminación”.Apuntó que el Gobierno debería de trabajar en una política orientada a incentivar e implementar sistemas de transporte público más eficientes y sostenibles, en lugar de regularizar autos “chocolate”, cuya antigüedad promedio ronda los 15 años de vida y no cumplen con las normas vigentes.Sobre los riesgos a la seguridad de las personas, subrayó que al constituir una actividad ilegal, no se cuenta con estimaciones acertadas que ayuden a dimensionar el universo de este tipo de vehículos. Sin embargo, al ser vehículos desechados o con antecedentes de siniestro en Estados Unidos, no garantizan los estándares mínimos de seguridad vehicular, como son frenos de seguridad ABS, las bolsas de aire o los sistemas de retención infantil.Otro riesgo en materia de seguridad es que se ampliarían los márgenes de operación de grupos de traficantes de autos que impactan a las Entidades fronterizas. “Se tiene identificado que muchos de estos autos que circulan con placas vencidas de los Estados Unidos lo hacen portando acreditaciones o identificaciones provisionales de alguna de las decenas de organizaciones civiles que prometen legalizarlos”.