La última vez que los mexicanos enfrentamos indicadores económicos tan malos como los que hoy vivimos fue hace una década, en el 2009.Pero, como le he comentado en esta serie de artículos, hay muchas diferencias entre esos dos momentos. Las familias viven hoy realidades muy diferentes.Una de esas grandes diferencias se presenta en el comportamiento de los salarios.En 2009, el salario promedio que se pagaba a los trabajadores de la economía formal, es decir, los que están afiliados al IMSS, creció en 2.6 por ciento. Sin embargo, la inflación de ese año fue de 3.6 por ciento. Así que realmente los salarios perdieron un punto porcentual de su poder adquisitivo.Desde noviembre del año pasado hasta el final de julio de este año, la ganancia real del poder adquisitivo para los trabajadores del sector formal es 6.1 por ciento.Lamentablemente, muchos de los trabajadores mexicanos no forman parte del sector formal. En números redondos solo 4 de cada 10 están en él y los otros 6 se encuentran en la informalidad. Y para ese segmento no han existido ganancias de poder adquisitivo.De entrada, con estos datos, se puede concluir que, si alguien trabaja en la economía formal, le conviene cuidar su empleo en este momento y a los que se encuentran en la informalidad, les resultaría atractivo tratar de pasar a alguna empresa de la economía formal.Nos han preguntado respecto a cuáles son las mejores opciones de inversión, si alguien tiene recursos de los que pueda disponer es este momento.Como ha ocurrido a veces en épocas de incertidumbre, el oro se convirtió en un refugio, y hasta agosto, dio en este año una ganancia de 19 por ciento. Quizás todavía suba más, por lo que puede seguir siendo una opción interesante, aunque implica riesgo.Otra de las opciones son las inversiones en las bolsas de Estados Unidos, un servicio ofrecido por diversos bancos y casa de bolsa. Por ejemplo, el índice Dow Jones de la bolsa de New York ha ganado 13.2 por ciento en el año. El rendimiento es atractivo, pero, como siempre en los mercados bursátiles, implica riesgo.En México la bolsa ha estado deprimida, y, en contraste, las inversiones en instrumentos de renta fija, que se ofrecen en casi todos los bancos, los rendimientos son más atractivos. Un indicador de ellos es la tasa de Cetes, que paga 7.8 por ciento, lo que se compara muy favorablemente con la inflación de 3.2 por ciento.La compra de dólares, otra de las opciones que usualmente ven las familias para protegerse, no ha tenido un buen año en México. Con los niveles que ayer tuvo el dólar, estamos prácticamente tablas este año.La compra de dólares debe ser vista solo como una estrategia preventiva o defensiva, si se tienen que hacer desembolsos en esa moneda en el futuro. Pero, en esta coyuntura ha sido poco atractiva como opción de inversión.Sin embargo, muchas familias quizás no lo sepan, pero tienen a la mano una forma más redituable de usar sus recursos: pagar deudas.Si se acumulan deudas altas en tarjetas de crédito, por ejemplo, con las tasas de más de 30 por ciento que se pagan en promedio en México, resulta un cargo muy oneroso para muchos.Si existe margen de maniobra para deshacerse de esas deudas o por lo menos bajar su monto, probablemente sea el mejor uso de que se les pueda dar a los recursos excedentes.No hay que perder de vista, además, que estamos en tiempos de incertidumbre y que si en el futuro se presentara una crisis financiera como la que hemos tenido en otros tiempos, nuestra familia va a estar menos expuesta, en la medida que tengamos menos deudas.Son tiempos de ser cautos con nuestras finanzas personales y manejarlas con ‘pies de plomo’ para invertir lo mejor posible y evitar un descalabro que nos vaya a desequilibrar en el futuro.PULSA AQUÍ para consultar el resto de las colaboraciones exclusivas de Enrique Quintana para EL INFORMADOR
