El turismo se alista para reabrir a partir de las primeras semanas de junio, sin embargo, las plazas vacacionales más importantes del país están lejos de considerarse destinos con bajo riesgo de contagio de COVID-19. En el país hay 70 plazas de vocación turística que concentran 58 por ciento de los casos activos de COVID-19, de acuerdo con un análisis realizado por El Financiero con información de cada uno de las localidades en donde se encuentran los principales centros vacacionales. Al 2 de junio, México registró 16 mil 940 casos activos de coronavirus, de los cuales 9 mil 978 se ubicaron en ciudades, pueblos mágicos, playas o centros urbanos en donde se concentran las actividades turísticas, en estados como la CDMX, Quintana Roo, Baja California Sur, Baja California, Jalisco y Guerrero. La Secretaría de Turismo, a cargo de Miguel Torruco, ha insistido en que la reapertura de la ‘industria sin chimeneas’ será acorde a las condiciones de salud de cada estado, sin embargo, todo el país, salvo Zacatecas, se encuentra en semáforo epidemiológico en rojo, es decir, en un momento de nuevos contagios elevados y decesos en aumento. El presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico, Braulio Arsuaga, llamó a conocer, de forma anticipada, las condiciones de reapertura de los destinos para que pueda realizarse su reactivación de forma responsable. En total, los destinos de esparcimiento en el país acumulan el 57 por ciento de las muertes registradas en el país, es decir, 6 mil 86. Pese a que el gobierno ha insistido que el fin de la Jornada Nacional de Sana Distancia, el 30 de mayo, no significa un regreso a las actividades laborales de forma inmediata, destinos como Quintana Roo, Los Cabos y Acapulco ya alistan la apertura de algunos hoteles, el regreso de sus trabajadores y la implementación de medidas sanitarias para garantizar la seguridad de sus visitantes. Cancún, Cozumel, Isla Mujeres, Tulum y el resto de los destinos turísticos de Quintana Roo comenzaron a abrir el 1 de junio. Los trabajadores de los hoteles regresaron a sus sitios de trabajo, con las medidas de sanitización, para alistar las instalaciones de hospedaje, las cuales a recibirán visitantes el 8 de junio. Roberto Cintrón, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, informó que los hoteles abrirán con un porcentaje reducido de ocupación que les permita comenzar a reactivar sus operaciones y sus ingresos. La expectativa es que, para el verano, la ocupación de los destinos turísticos de la entidad llegue hasta el 55 por ciento. Por su parte, José Chapur, presidente de Grupo Palace, señaló que la vigilancia del distanciamiento social al inicio de la reapertura no será ‘necesaria’ pues los niveles de afluencia de turistas serán bajos. “Al principio (el distanciamiento) se va a dar de forma natural en los vuelos como en los hoteles, cuando ya tengamos que cuidar el distanciamiento es cuando el destino ya esté activo y eso nos permitirá abrir más y más hoteles”, señaló Chapur. Los municipios de Quintana Roo presentan bajos casos activos de COVID-19, frente a otras localidades turísticas, como Acapulco. Este destino de Baja California Sur se apegará al semáforo federal, sin embargo, ya tiene un plan de 5 fases para reabrir los hoteles, servicios turísticos y restaurantes. La primera está prevista para junio, en donde, según Rodrigo Esponda, director general el Fideicomiso de Turismo de Los Cabos (Fiturca), se iniciará la conexión internacional del destino, particularmente con los Estados Unidos. Además, en este mes se implementarán los protocolos de sanidad para garantizar que los establecimientos sean seguros. “Esperamos que la reactivación sea más rápida de lo que puede ser en otras partes por el hecho de que (Los Cabos) no es un destino masivo”, refirió. El destino guerrerense retomará actividades turísticas en función del semáforo emitido por el gobierno federal, que sólo contempla aglomeraciones en la luz ‘verde’ y que por ahora no considera reactivar la llamada ‘industria sin chimeneas’. De acuerdo con la presidenta de Acapulco, Adela Román, los hoteles, las playas y los restaurantes continuarán cerrados, por lo que los turistas no podrán vacacionar en el municipio hasta que las condiciones de transmisión se reduzcan.