El recuento de los daños por la pandemia de COVID19 - que sigue vigente - dejó una realidad que no encaja en ese apartado para la industria ferretera en el país. Fue considerada dentro del ramo de empresas esenciales, eso por una parte y la otra, el encierro llevó a que las personas en casa descansaran “haciendo adobes” lo que se tradujo en números que repuntaron, comparado con años anteriores y convertirse en uno de los pocos negocios favorecidos durante este tiempo.Ferretería Ripoll Hermanos, empresa 100% tapatía, con casi 50 años en el mercado tuvo una historia de éxito que nos cuenta su director comercial Luis Ripoll Beruben. “A todas luces te puedo decir sin que suene a presunción, pudimos trabajar de manera ininterrumpida. De los más de 100 colaboradores que formamos nuestra plantilla laboral solamente cuatro salimos positivos a COVID-19, pero sin nada que lamentar”. Obviamente tuvieron los protocolos sanitarios pertinentes desde el inicio.El “hágalo usted mismo”, incrementó las ventasEn un principio creían que las ventas crecieron porque los primeros meses la gente aprovechó para reparar imperfectos o hacer adecuaciones en sus hogares. Pero la tendencia con los días siguió prosperando: “Al estar encerrados asumíamos que la gente en lugar de estar haciendo nada, se ponían hacer el hágalo usted mismo”, relata Ripoll Beruben.Aun cuando no tuvieron problemas financieros ni recurrieron a prescindir de colaboradores, este episodio que detuvo al mundo los hizo valorar lo que tienen. Asegura que otros comercios del mismo giro carentes de estructura empresarial sólida, se derrumbaron y fortalecieron a los que están afianzados. Añade que una ferretería - sobre todo del nivel que tienen- no se logra de un día para otro, principalmente por el mayoreo que ofertan en varios estados del país. En Ripoll, contrataron más personal por el aumento de ventas que les arrojó los meses de confinamiento.Imaginando que -si hubieran presentado afectaciones- recurrirían a créditos en línea con los que cuentan, así como renegociar las deudas con los proveedores. Son conscientes, dice su director, que en cualquier momento pueden atravesar un capítulo de esa magnitud. El plan b, c, o z, es otra alternativa que debe estar vigente en la mente de cualquier empresa, así como la buena relación con los clientes. Agrega que desde tiempo atrás, año con año, se habla de que estamos en crisis, aunque jamás como la reciente.Emprender con pies de plomoRipoll Beruben, alienta a quienes están entre la disyuntiva de emprender y no hacerlo, a que sea una realidad con seguridad y pies de plomo para no claudicar al primer embate que se presente. Así mismo hacer un análisis profundo del mercado al que van a ingresar a corto y mediano plazo, conocer su producto y no dejarse llevar por supuestas oportunidades de negocio. Con presencia en 15 estados de la república y pese al tema de la inseguridad, Ferreterías Ripoll Hermanos avanza cada día logrando los objetivos en gran medida a la fuerza de venta que conforma el equipo de colaboradores. "Al estar encerrados asumíamos que la gente en lugar de estar haciendo nada, se ponían hacer el hágalo usted mismo"Luis Ripoll, director comercial de Ferreterías Ripoll Hermanos.Experiencia de cinco décadasLas Ferreterías Ripoll tienen presencia en Guerrero, Michoacán, Jalisco, Colima, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Tamaulipas, Coahuila, Durango y Chihuahua. Fue fundada en Jalisco por José Antonio Ripoll Pereda en 1971. En sus orígenes ofrecían impermeabilizantes y pinturas, pero con el paso de los años se fueron ampliando a otros productos.