La expansión del coronavirus sobre el mundo comenzó a enfermar a algunas industrias en México, entre ellas la inmobiliaria, donde expertos prevén caídas en venta y renta de casas para este año. La vivienda en venta se enfrenta a esta contingencia con un panorama difícil tras la caída de 21.8 por ciento a nivel nacional en la colocación de unidades nuevas durante el año pasado, frente al 2018, de acuerdo con datos de Realty World. Jorge Paredes, director general de Realty World, explicó que para este año se espera una tendencia similar, a la baja, que podría complicarse con el impacto de COVID-19 en la toma de decisiones de compradores e inversionistas. “Todo esto cambió a partir del tema de coronavirus porque está golpeando a diferentes mercados, y no es ajena la actividad inmobiliaria (...) hemos modificado nuestra perspectiva y creemos que va a seguir a la baja en virtud de este descalabro que está teniendo el mundo por la situación”, aseguró. Por su parte, Daniel Narváez, director de comunicación y mercadotecnia de Lamudi, recordó que para este año se estimaba una caída de 18 por ciento en venta de vivienda, pero con el COVID-19 la reducción sería mayor. “No obstante, no debemos caer en especulaciones. El sector inmobiliario es uno de los más fuertes y si bien hay que reorganizar las estrategias de comercialización, es muy pronto para saber cuál será el alcance de su crecimiento”, afirmó. Para el caso de la renta de vivienda, la plataforma Homie prevé que las operaciones tradicionales de las empresas de bienes raíces puedan caer entre 20 por ciento y 30 por ciento, por el contacto físico que requieren para hacer desde visitas hasta concretar transacciones. “Este porcentaje es volátil ya que no tenemos la certeza del nivel de contagio y propagación que pueda tener nuestro país, si tenemos un aislamiento total como es el caso de España e Italia se elevaría considerablemente”, comentó Marco Torres, gerente de operaciones de Homie. Roberto Esses, director general de Vivanuncios, el portal inmobiliario de eBay, comentó que toda esta situación comienza a generar un impacto en la compra y renta de vivienda en el país, debido a que la gente no quiere hacer compromisos a largo plazo por la incertidumbre que ocasiona el coronavirus. El directivo explicó que el 2020 había arrancado como un año prometedor para la búsqueda de inmuebles para venta y renta por internet, incluso enero y febrero registraron mejores registros que el año anterior, sin embargo, para marzo, con la llegada de COVID-19 y otros factores, la actividad desaceleró drásticamente. “En marzo sí estamos viendo ya una desaceleración, hemos visto en otros países donde está situación del coronavirus ha avanzado muy rápido y el tráfico en algunos sitios similares ha caído entre 30 y 50 por ciento”, dijo.Por otra parte, la afectación del coronavirus al sector turístico, de hospedaje, de alimentación, entretenimiento y los paros automotrices y restauranteros, así como la reducción de rutas de las aerolíneas, traerá consigo deterioro salarial y desempleo, lo que provocará incumplimientos en pagos hipotecarios y de arrendamiento de vivienda, de acuerdo con expertos. Ante esto, Diego García Saucedo, socio director del despacho García Velázquez Abogados, explicó que la pandemia podría interrumpir toda actividad económica, lo que impediría que los trabajadores ingresen a sus centros de trabajo y con ello que reciban su salario regularmente. En el caso concreto del Infonavit, el también integrante de la Academia Mexicana del Derecho Procesal del Trabajo, señaló que la principal garantía que ofrece el Instituto en esta contingencia, podría ser la suspensión de pagos o el anuncio de medidas de apoyo durante este periodo. Sin embargo, esto sólo ocurriría en caso de que se haga una declaratoria emergencia nacional. Un ejemplo de esto sucedió en los sismos de septiembre de 2017, cuando el Infonavit anunció 10 acciones para apoyar a los derechohabientes afectados con la posibilidad usar los recursos en su subcuenta de vivienda ante la emergencia, el otorgamiento inmediato de un segundo crédito y apoyo para el pago de renta, entre otros. “Esta declaratoria (de emergencia) no podrá superar el equivalente a un mes, es aquí donde ya entramos en complicaciones, pues el empresario se ve afectado en su productividad porque no tiene obreros que estén sacando la producción adelante y el obrero no está recibiendo su salario completo.