Tiene buen diseño, equipo, potencia, acabados, manejo y seguridad en niveles sobresalientes, es decir, cualidades que no se encontraban en vehículos hechos en el vecino del Norte hace mucho tiempo. Sus virtudes hacen de la nueva Lincoln Aviator una referencia en un segmento muy, muy difícil.Retomando un nombre que hace un par de décadas llegó a ser el más equilibrado producto de la marca, la Aviator vuelve mejor que nunca. Para conocerla Lincoln nos invitó a Napa Valley, en California, donde no solo pudimos experimentar sus fortalezas sino también vivir un poco del estilo de vida de sus propietarios, como volar en un helicóptero desde el aeropuerto de San Francisco a la región vinícola más conocida de Norteamérica, ahorrando más de dos horas del pesado tráfico local y disfrutando la espectacular vista de la bahía con el puente Golden Gate y la isla de Alcatraz como puntos centrales.Para nosotros, sin embargo, lo importante era conocer y manejar la Aviator. Hecha en una nueva plataforma de tracción trasera, con fuerza en las cuatro ruedas en ambas versiones que llegarán a México.La camioneta usa un motor V6 de 3.0 litros, turbo, con 400 caballos de fuerza y 415 libras pie de par en la Reserve que al llegar a nuestro país en el último trimestre de este año, tendrá un precio de un millón 580 mil pesos.La Grand Touring suma a este motor uno eléctrico que lleva la potencia a 495 HP y el torque a 630 libras-pie. Sí, es un híbrido “enchufable” que permitirá gozar de beneficios fiscales y circular todos los días en la Ciudad de México. Su propietario podrá hasta conducir solo en modo eléctrico por cerca de 35 kilómetros.La Grand Touring también es la de mejor manejo no solo por la potencia, sino por el mayor aplomo que le da el peso de la batería, ubicada en el piso del lado derecho. Esta llegará a México a principios del año 2020 y aún no tiene precio definido. Ambas usan una caja automática de 10 velocidades que funciona con suavidad y rápida respuesta.Las dos versiones cuentan con un elevado nivel de seguridad activa como sistema de alerta de tráfico cruzado; frenado de emergencia con detección de peatones delantero y trasero; control de crucero adaptativo que otorga un cierto nivel de conducción autónoma que permite quitar las manos del volante en algunos momentos, aunque esto no sea recomendable.Es capaz de estacionarse sola y ya no es necesario ni siquiera poner primera o reserva, ni pisar el acelerador. La Aviator hace todo eso por nosotros.El interior es extremadamente bien cuidado. No encontramos en este primer contacto materiales que no tuvieran nobleza suficiente para vivir en un vehículo de esta categoría y precio.Los asientos delanteros son espectaculares e incluyen masaje. El volante tiene funciones que quedan escondidas hasta que tocamos la superficie correcta. El sistema Revel tiene posibilidades de ecualizar los sonidos de la manera que queramos, no sólo en las predeterminadas.La segunda fila cuenta con posibilidad de controlar el aire acondicionado y tiene cortinas laterales. Hay techo panorámico y si algo la aleja de la perfección es el espacio en la tercera fila de asientos, que es tan reducido que sólo niños menores podrán viajar ahí con cierto confort.Los que piensan que es una alternativa a la Navigator están equivocados. El territorio en el que juega la Aviator es el mismo en el que se encuentran productos como la Audi Q7, la Volvo XC90 o la Mercedes-Benz GLE, por ejemplo. El que se dé la oportunidad de conducirla verá porqué pensamos que los europeos tienen motivos para preocuparse.La Aviator usa una muy buena plataforma, un gran tren motor, acabados de primer nivel y tecnología suficiente para competir contra cualquiera. Y vencer.Sergio Oliveira / Napa Valley, California
