La innovación desarrollada en los últimos cinco meses en América Latina para abordar la crisis de la COVID-19 es clave para la reactivación económica de la región en la que será necesario un "pacto" entre ciudadanos para salir adelante, asegura Ignacio Gaitán, presidente de la agencia colombiana iNNpulsa."La forma en la que los países han enfrentado al coronavirus y sus consecuencias sociales y económicas va a ser un gran acelerador porque se trata de un mecanismo reactivo que marcará un antes y un después", dijo el presidente de iNNpulsa, agencia gubernamental dedicada a fomentar la innovación y el emprendimiento.Gaitán, que desde julio lidera el Consejo Directivo de la Red Latinoamericana de Agencias de Innovación (ReLAI), consideró que "la región debe mejorar las condiciones para el fomento de la ciencia y la adaptación tecnológica, especialmente en lo que respecta a la conectividad".Aunque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que la región puede tener este año la peor recesión en un siglo porque su Producto Interno Bruto (PIB) puede caer hasta un 8% por la pandemia, no todo está perdido.Al respecto, Gaitán indicó que "los países que ya venían inmersos en una dinámica de adopción de tecnología y que tienen esa cultura, como Argentina, rápidamente implementaron sistemas de innovación abierta y utilizaron herramientas tecnológicas para enfrentar la pandemia mediante la innovación y el emprendimiento".Según el último estudio del Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico (ICSEd), en el contexto latinoamericano el top cinco de países lo integran Chile, Argentina, México, Costa Rica y Colombia.En el ránking mundial de ICSEd los mismos países ocupan el puesto 33 en el caso de Chile, 35 Argentina, 40 México, 41 Costa Rica y 43 Colombia.En buena medida esto se debe a que hay Gobiernos de la región que incentivan los emprendimientos y también al hecho de que esa actividad es una alternativa para generar ingresos.Lo anterior cobra más importancia cuando hay en Latinoamérica y el Caribe 41 millones de desempleados por la pandemia, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT)."Es fundamental que los emprendimientos latinoamericanos pasen por una transición para convertirse en empresas financieramente sostenibles a mediano y largo plazo. El enfoque no debe ser únicamente la creación empresarial sino también la consolidación y la madurez, ya que esto conduce a los países a experimentar mejoras en la productividad", afirma Gaitán.Tal es el caso de Argentina, que cuenta con más de 120 estudios para el desarrollo de videojuegos, un sector que crece impulsado por sus talentos, un costo competitivo y una demanda que dio un salto inesperado a causa del confinamiento por el coronavirus."El coronavirus afectó por igual a todas las clases sociales. De alguna manera eso nos unió por la necesidad de buscar una salida y despertó un espíritu de solidaridad y de amor patrio nunca antes visto para tratar de sacar adelante a nuestros países", comentó el presidente de iNNpulsa.Tal vez "nadie ni en América Latina ni en el resto del planeta estaba preparado para la pandemia y para el encierro al que nos vimos obligados todos pero, de alguna manera, la gente se las ha ido arreglando para seguir con su vida", agregó Gaitán.De este modo, por ejemplo, los Gobiernos de Argentina, Chile y Colombia generaron mecanismos de monitoreo y acompañamiento para que los habitantes supieran cómo avanzaba la COVID-19.En Colombia se creó la aplicación CoronApp, que cuenta ya con 11 millones de descargas, y en donde se encuentran información y simuladores para ver el comportamiento del virus a nivel nacional y local.En Chile, científicos crearon un test de detección del coronavirus de bajo costo y no patentaron la técnica para que cualquier país que tenga problemas para hacer pruebas pueda usarlo y fortalecer su rastreo de casos.Y en Perú, una revolucionaria prueba molecular rápida y un respirador artificial económico son las primeras soluciones innovadoras de la ciencia e ingeniería de esa nación para hacer frente a la pandemia.Desde antes de que llegara el coronavirus a la región los estudiosos del tema habían identificado que, en particular, el emprendedor tiene una capacidad de adaptación mucho mejor que el empresario tradicional.Por ello, explicó Gaitán, "la palabra central hoy es resiliencia, ya que el virus hizo posible que los latinoamericanos desarrollaran competencias blandas", como las habilidades sociales, de comunicación, de forma de ser o de acercamiento a los demás, y que "otras que ya existían se potenciarán para poder adaptarse a esta nueva realidad".Entonces, "es válido decir que la innovación será el eje de la nueva normalidad y que en el futuro cercano habrá sectores de la economía como agronegocios, salud, comercio electrónico, fintec y ciberseguridad con emprendimientos que tengan un gran impacto en la generación de empleo y que se diferenciarán mediante la adopción de la tecnología", agregó.Para Gaitán, "históricamente las pandemias han cambiado las costumbres sociales pero también fueron grandes impulsoras del cambio en las economías por lo que, sin miedo, hoy podemos decir que el coronavirus ha dejado pérdidas pero también ganancias como el haber hecho posible que Latinoamérica sea más recursiva e innovadora".NR