La inflación anual en México aceleró su tendencia al alza en la primera quincena de noviembre a 6.59 por ciento, impulsada principalmente por el aumento en los precios y tarifas de los energéticos. El resultado fue sorpresivo y superó las expectativas de los analistas, que en algunos casos ya revisaron sus pronósticos para todo el año a un nivel cercano al 6.6 por ciento, que sería el más elevado en 17 años, según los registros del INEGI. La tendencia en los precios al consumidor se ha visto afectada por los energéticos, en particular en el precio del gas LP, que ha sorprendido con incrementos mayores a lo estimado, explicó Adrián Muñiz, subdirector de análisis de Vector Casa de Bolsa. A tasa anual el índice de precios de los energéticos se ubicó en 16.93 por ciento en la primera mitad del presente mes, su mayor nivel desde marzo. A su interior, el precio del gas LP es el que muestra el mayor incremento, con 41.3 por ciento anual, seguido de la gasolina Premium, con 22.3 por ciento, y la gasolina Magna, con un avance de 16.8 por ciento. La inflación anual también se vio afectada por un mayor nivel en los precios de frutas y verduras, de 14.8 por ciento, desde un 13.4 en la quincena previa. “Las presiones alcistas sobre los precios de bienes agrícolas y de la energía sugieren que el descenso de la inflación anual pudiera ser más lento de lo que hemos anticipado, aunque aún estimamos que los precios de bienes agrícolas disminuirán más durante lo que resta de este año”, apuntó en un reporte Eduardo González, economista de Citibanamex. La inflación en la primera quincena de noviembre fue de 0.92 por ciento, por arriba del 0.73 por ciento del estimado por el mercado, y fue la mayor para un periodo similar en los últimos seis años. González explicó que la inflación quincenal fue impulsada por fuertes alzas en los precios de bienes agrícolas y de energía. En este último punto incidió la finalización del subsidio sobre las tarifas de electricidad de verano en 10 ciudades del país, así como el aumento en los precios de las gasolinas y del gas doméstico. De acuerdo con el reporte del INEGI, dos terceras partes de la inflación quincenal se generaron en los energéticos. Las alzas con mayor incidencia en el índice inflacionario fueron en las tarifas eléctricas, con 24.7 por ciento; el gas doméstico LP, con 4 por ciento; las tarifas de transporte aéreo, que se elevaron 15 por ciento, así como la gasolina Magna y el jitomate, que presentaron variaciones de 0.49 y 7.12 por ciento durante la quincena. Tras la publicación del dato de inflación a la primera quincena de noviembre y el tono utilizado por el Banco de México en las minutas de su última reunión de política monetaria, la probabilidad de que el banco central eleve su tasa de referencia en diciembre se disparó a 79.7 por ciento, desde el 56 por ciento registrado el miércoles, según datos publicados por Bloomberg. Por otra parte, las minutas del instituto central publicadas ayer señalaron que las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las decisiones de política monetaria de la Fed y el proceso electoral en México podrían hacer necesario un aumento en la tasa de Banxico. “Reconocemos que con la publicación de las minutas, así como con el dato de inflación de la primera quincena de noviembre publicado por el INEGI, la probabilidad de un incremento en diciembre aumentó aún más”, explicaron en una nota de análisis especialistas de Banorte-Ixe, liderados por Gabriel Casillas BANXICO El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, recomendó no bajar la guardia ante el hecho de seguir contando con inflaciones bajas. En entrevista radiofónica reconoció que en este año la inflación será más alta que en otros periodos, pero que en los años siguientes el país volverá a registrar niveles cercanos de crecimiento en los precios al 3 por ciento. “Un riesgo que corremos, digamos, podemos en cierto sentido ser víctimas de nuestro propio éxito, que nos acostumbremos a inflaciones bajas y estables y que no le pongamos mucha atención al tema”, indicó. Subrayó que las nuevas generaciones no vivieron ambientes de inflaciones de tres dígitos como llegó a suceder en otros años, por lo que en un momento dado pueden dar por hecho que los precios no crecen más de un dígito, por lo que recomendó estar alerta.