El trabajo a distancia tomó por sorpresa a muchos mexicanos. Unos no se adaptaron, otros renunciaron y algunos más están desesperados por la mayor carga de tareas y el estrés. Esas son las secuelas del home office tras un año de confinamiento por la pandemia del COVID-19.El director general del Centro de Formación Integral y Perfeccionamiento Directivo (ICAMI), vinculado al IPADE, Alfonso Aguilera, dijo que si bien hubo beneficios de laborar desde el hogar, también se generaron problemas.De acuerdo con una encuesta entre directivos y mandos medios de empresas para medir los retos del teletrabajo durante la contingencia sanitaria, 5% de los empleados no se adaptaron a realizar actividades a distancia y 35% padecen desesperación.Aguilera comentó que los empresarios se dieron cuenta que al menos 40% de los trabajadores ya no regresarán a oficinas, porque las mismas empresas dejaron de rentar los inmuebles.El experto señaló que los primeros meses fueron bien recibidos por los trabajadores, pero poco a poco hubo problemas como ajustes salariales o que no se respetaran horarios laborales.JL