El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, confió que la conclusión de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ocurra a más tardar al final de la primavera del próximo año."Esta es una negociación que tiene retos en términos de tiempo. El proceso electoral en México y la renovación del Congreso en Estados Unidos están alineando nuestros incentivos, es una restricción que Canadá no tenga."Estamos concentrados en encontrar una solución para el término de la primavera de 2018. Para que eso suceda esta negociación no puede ser abarcada como una negociación tradicional en la que se discutan todos los rubros, sino los temas prioritarios", dijo.Sin embargo, Guajardo Villarreal precisó que ello no quiere decir que por el tiempo México esté forzado a aceptar condiciones que no son lógicas. "El tiempo es un incentivo para alinearnos, pero eso no va incidir en el tipo de acuerdo y la calidad del mismo que se quiere para México", afirmóAsí lo comentó durante su ponencia "El futuro de la integración norteamericana", en el marco de IV Simposio Anual del Proceso Norteamericano, titulado "Propósito, realidad y futuro: El Tratado de Libre Comercio de América del Norte", organizado por la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Calgary, la Universidad Estatal de Arizona, y la Universidad Anáhuac.Ante empresarios, políticos, profesores, profesionales y funcionarios, refirió que el Tratado de Libre Comercio ha sido un elemento transformador en la economía mexicana y unificador en Norteamérica.Sin embargo, sostuvo, en el desarrollo de las economías emergentes o en desarrollo resulta fundamental entender que se deben tener herramientas políticas para asegurar que los convenios comerciales, junto con buenas políticas, ayuden a mejorar el proceso."Los retos entre una economía emergente y una desarrollada son diferentes. El reto en México es encontrar el espacio en el que se pueda negociar el tratado con objetivos muy claros", mencionó.Al respecto señaló que el primer objetivo es entender que el TLCAN, que tiene 22 años está listo para una modernización, y no hacerlo es perder la oportunidad de actualizarlo en la era electrónica, en las nuevas tendencias de energía en Norteamerica, con muchos ejemplos simples del por qué y cuáles serán los beneficios.En ese sentido, recordó que el Tratado hace 22 años no incluía el capítulo de energía, porque entonces México prácticamente tenía un monopolio, pero ahora con la Reforma Energética se tienen más inversionistas en ese rubro.Además, cuando se hizo el TLCAN no había celulares, no existía el comercio electrónico, y hoy se deben de incorporar esas nuevas plataformas en el proceso de negociación.El funcionario federal al hacer un recordatorio de la época en la que surgió el Tratado, dijo que éste transformó radicalmente la geografía económica de México, aumentó la capacidad de México para la exportación, ayudó a terminar con la dependencia del petróleo en el sector externo, también hubo una gran influencia en la exportación de manufactura y de minerales.Sin embargo, sostuvo, al mismo tiempo el TLCAN creó una realidad de dos Méxicos, obviamente no debido al tratado, sino por la falta de políticas internas que ayudaran a equilibrar el desarrollo económico.A final de cuentas cinco estados, de 32 en el país, fueron responsables de la mitad de las exportaciones que México enviaba al mundo. Los estados del sur del país, juntos, no exportan más del dos por ciento del total que envía México, expuso