Más allá de las ediciones especiales de monedas y medallas que la Casa de Moneda de México acuña en metales como oro y plata, y que pueden ser adquiridas directamente en las tiendas de la institución, hay dinero de curso legal que cada año es emitido para conmemorar eventos históricos o el legado de personas ilustres que, debido a su belleza y rareza, adquieren un valor numismático que puede superar por mucho al nominal.Las monedas con la efigie de Octavio Paz, la de José María Morelos y Pavón o la de Emiliano Zapata, así la conmemorativa de la fundación del puerto de Veraruz, cuyo valor nominal es de 20 pesos, suelen ser ofertadas en sitios de internet hasta en 35 mil pesos. La dificultad de encontrar a alguien que pague tal cantidad puede ser mucha, pero es innegable que con el tiempo estas monedas sólo aumentarán su valor. Otras colecciones apreciadas son las del Bicentenario o las de las entidades federativas del país, y aunque no se oferten en precios tan elevados, si consideramos que en las transacciones cotidianas valían cinco pesos, venderla por algunos cientos o incluso miles otorga un porcentaje de ganancia altísimo.Para quien ha guardado algunos de estos ejemplares, ofertarlas a los coleccionistas puede ser una oportunidad tentadora, pero hay elementos que se deben tomar en cuenta.El estado de la monedaEsta condición es fundamental. En las monedas de curso legal, la ausencia de rayones o marcas, así como un gran lustre es lo que las diferencia de las que todavía pueden estar circulando de mano en mano.El motivo de la monedaAquellas que conmemoran personajes populares o hechos históricos de mayor relevancia siempre serán más buscadas.La rareza de la monedaLa oferta condiciona la demanda, y las monedas que son más difíciles de encontrar suelen tener un valor más alto.El año de acuñaciónUna moneda que sólo se emite en aniversarios es equivalente a una edición limitada, por que lo se vuelven objetos que jamás volverán a ser fabricados.Monedas con erroresExisten los defectos perfectos, y cuando un detalle escapa del control de calidad hacen de la moneda una pieza única por la que los coleccionistas están dispuestos a pagar más.Si las monedas cumplen alguna de esas características, hay altas posibilidades de encontrar un comprador. Del mismo modo, siempre será conveniente consultar a un experto o contactar a un club de coleccionistas para saber cuánto puede valer esa moneda que se quedó en el fondo de un cajón.