Cuando somos niños visualizamos nuestro futuro como profesionistas, a qué dedicaremos nuestra vida y qué familia queremos formar. Muchas veces se cumplen nuestras expectativas, otras no, pero nunca -siendo niños o jóvenes adultos- pensamos cómo queremos vivir nuestro día a día cuando lleguemos a la tercera edad.Si tenemos suerte, lo haremos rodeados del cuidado de nuestra familia, pero cuando no es así conviene considerar alternativas. Justo en eso pensaron Estefany Mendoza Cárdenas y su socia, Karina Barba Motta, quienes como proyecto personal decidieron abrir una casa de descanso donde los adultos mayores puedan vivir no sólo dignamente, sino con una atención que difícilmente podrían recibir incluso en su propia casa.Plenitud casa de descanso recién abrió sus puertas y uniendo el talento de Estefany y el conocimiento de Karina, una enfermera con especialidad en geriatría, desarrollaron el proyecto de cuidado que cualquiera querría. “Cuidar al adulto mayor con amor y paciencia, como uno quisiera ser cuidado cuando seamos mayores y que la mayoría quizá no tenemos esa paciencia; de ahí nace este proyecto en el que nos proponemos cuidarlos y dedicarnos a ellos con amor”, anota Estefany.Plenitud es una casa remodelada por completo en Ciudad del Sol, en ella cada espacio está pensado para los huéspedes y visitantes donde cada servicio y habitación está acondicionado con todos los accesorios para que simplifiquen la vida de quienes en ella habiten. “Tenemos una capacidad máxima de 15 personas para garantizar una atención cálida y especializada”, anota Estefany. Karina y Estefany tenían claro que a media que el tiempo pasa los adultos mayores dejan de realizar las actividades de siempre, sobre todo si la familia no camina a su lado y les resta atención, es por ello que Plenitud busca que sus visitantes y residentes mantengan la misma vialidad de siempre, que se sientan útiles y cuenten con actividades lúdicas que reactiven su aparto cognitivo.“Tenemos terapias ocupacionales que son talleres de actividades físicas y cognitivas de acuerdo a las capacidades de cada huésped. Un terapeuta físico cada semana viene a dar terapia a nuestros pacientes. Tenemos clases de cocina tres veces a la semana para incluir a nuestras personas mayores, para involucrarlos con la elaboración de alimentos saludables que ellos mismos pueden ingerir, la intención es motivarlos a hacer algo, para que se sientan útiles todo el tiempo, que lleven una vida lo más parecida a la que tenían en su casa”, comparte Estefany quien destaca que las enfermeras trabajan 24/7 con ellos y no sólo se encargan de supervisar las necesidades básicas, sino que los acompañan en las actividades recreativas. Estefany considera que los adultos mayores, el sector poblacional de 65 y más años es un sector abandonado. “Conforme vamos creciendo nos vamos convirtiendo en una carga para la familia, porque cada quien tiene un rol de vida y llega un momento en el que la persona llega a quitar tiempo, ya no puedes dedicárselo, y mucha gente ya no queremos cambiar pañales o dar una alimentación especializada; cuando contratan una enfermera para hacerse cargo de esas necesidades no se enfoca en otras áreas”, como la lúdica o la afectiva, por ello parte de la integración es enseñar a los visitantes y residentes a utilizar los dispositivos móviles, tanto teléfonos como iPads, “nosotros les tenemos la paciencia para que puedan utilizar las aplicaciones” y puedan mantener comunicación con sus familiares. “Mi socia está encargada de geriatría. Ella tiene la consigna de supervisar al personal, que realmente tengan la capacidad de cuidar con amor”, pues en ese espacio hay cero tolerancia para el maltrato. Actualmente, Plenitud casa de descanso opera con el formato de guardería, en el que de 9:00 a 19:00 horas los visitantes tienen actividades diferentes cada día, se vigilan los alimentos, colaciones y medicamentos necesarios hasta que los familiares los recogen. “Vienen, conviven con otras personas de su edad, interactúan, platican, se les brindan todos los servicios y se van contentos a su casa”.En breve se abrirá la residencia donde pueden descansar en habitaciones individuales o compartidas. “Es como vivir en un hotel con atención médica 24/7, con una nutrióloga que supervisa la dieta, conviven y cuentan con todos los servicios”, además se da de alta un servicio de ambulancia para todos los huéspedes al registrarse, porque cuidando milimétricamente todas las necesidades médicas, la diferencia está en el amor para que cada día se sientan como en casa. “Quisimos poner esta casa para pocas personas para poder tener un cuidado con amor, como si fueran nuestros abuelitos”, concluye Estefany. Hace un par de años surgió el dato de que México es un país que envejece, en realidad todos los países lo hacen, pero de acuerdo con la CONAPO se proyecta que para el cierre de este año en México haya casi 17 millones de adultos mayores. Lo grave no es la estadística poblacional sino las condiciones en las que se desarrollan pues cerca del 50% de esa población requiere cuidados especiales derivados de alguna discapacidad, lamentablemente no todos cuentan con las condiciones ni económicas ni logísticas para atenderlas adecuadamente. CT