Muchas veces emprender es tan orgánico como una charla, como un café, como una lluvia de ideas para un proyecto escolar o como reconocer habilidades en conjunto y con ellas crear un concepto. A veces surge a la primera, a veces luego de un tiempo “en el cajón”.Como muchos emprendedores jóvenes, Ana Paula Arceo, directora de Studio 24 25, tuvo que plasmar en un trabajo para la universidad el desarrollo de una empresa. Una vez presentada la clase para la carrera de Diseño de interiores, el proyecto se olvidó, pero ese tiempo en el que junto a su hermano planeó su empresa no fue en vano. Una vez que las clases terminaron llegó el momento de sacar del cajón aquel proyecto y ponerlo en marcha. Han pasado cuatro años desde entonces y la experiencia de Ana Paula en el diseño y la docencia, así como la de su hermano (Oswaldo) en la arquitectura han construido los cimientos para crecer como empresarios, transformando espacios y compartiendo ideas a través de distintas plataformas digitales, dejando claro que la asesoría de un profesional no siempre está ligada a presupuestos imposibles y de alguna manera ha trabajado en desestigmatizar el concepto. “Anteriormente se pensaba que el diseño de interiores era para personas con alto nivel adquisitivo. En pandemia tuvimos un boom sobre la importancia de los espacios, dónde vivías, cómo realizabas tus actividades, y en redes sociales fuimos informando cómo era realmente el interiorismo. No se trata de tener cosas caras y lujosas, sino de que te sientas pleno en tu propio espacio, aun con las necesidades más básicas y si puede ser estético mejor”. Ana Paula es un ejemplo de pasión, a sus cortos 26 años lidera un equipo de trabajo con más diseñadoras que a su vez generan empleos en otros ámbitos, pues el contratar servicios de construcción, carpintería, iluminación y acabados hace posible que los proyectos tengan la calidad de cualquier estudio con mayor experiencia y expansión en el mercado. Como jóvenes emprendedores, Ana Paula y su equipo de trabajo se han apoyado mucho de las diversas plataformas donde un servicio como el que ofrece Studio 24 25 puede exponerse. “Ahorita tenemos que adaptarnos a las nuevas tecnologías. Para mí ha sido más fácil que para otras personas. Hay que quitarse el miedo a cumplir tus propios sueños”.Cada paso fue importante y para Studio 24 25 el confinamiento fue una oportunidad para reinventar su propio esquema. “Al inicio fue muy fuerte mi actividad en redes sociales, primero subía puros consejos, poco a poco fui dando asesorías en línea. Mucho trabajo llegó por redes sociales pero también se sumaron proyectos que se recomendaron de boca en boca”. Ahora está muy equilibrado el cómo llegan los clientes a su agenda, lo mismo pueden enfocarse en la asesoría, en la ejecución y transformación de los espacios o bien en formación básica para quienes gusten decorar personalmente sus espacios. Lo importante para Ana Paula es no dejar de trabajar para cumplir tus sueños y perder el miedo a arriesgarse. “Yo también tuve que superar mis propios miedos y aventarme a emprender, pensar que pueden preferir otros despachos u otras empresas es difícil, pensar que nadie nos va a contratar es algo que no debemos permitirnos. Hay campo laboral para todos, pero tenemos que trabajar y ser constantes; quitarnos las falsas creencias de que nadie nos va a contratar”. Cuando Ana Paula acepta un proyecto le brinda opciones a cada cliente y se ajusta a sus presupuestos y, en sus propias palabras, se puede tener un espacio con artículos muy buenos, bonitos y de calidad con un presupuesto “apretado”. Al final se trata de abrir las posibilidades. “Tenemos muy estigmatizado eso de ‘por qué le voy a pagar a alguien si yo lo puedo hacer’, pero hemos tratado de concientizar a las personas de lo que implica, cuánto tiempo te lleva, hacer las contrataciones, supervisar las obras de carpintería y albañilería, hacer las compras. Nosotros entregamos los espacios listos para ser habitados”. Así que restar el trabajo pesado es parte del encanto de tener un profesional a tu lado para hacer posible tu proyecto. “Es muy gratificante la reacción de la gente al ver la transformación de sus espacios, cómo cumples o superas las expectativas es algo muy bonito. Muchas personas no pueden imaginar lo que les platicas, aun cuando lo plasmas en un render no es igual a verlo en un espacio tangible”. Y desde el punto de vista de Ana Paula, brindar la satisfacción esperada es una forma de cumplir el sueño que siempre tuvo y que ahora es su proyecto de vida. CT
