Domingo, 08 de Septiembre 2024

La diferencia está en arriesgarse

Valeria y Alejandro hacen de Zólido AV un concepto que los define como empresa y como pareja, pero sobre todo como proyecto de vida

Por: Gabriela Aguilar

Alejandro Hernández y Valeria Rangel están al frente de Zólido AV. EL INFORMADOR/ H. Figueroa

Alejandro Hernández y Valeria Rangel están al frente de Zólido AV. EL INFORMADOR/ H. Figueroa

Crear espacios únicos con la calidez de los pequeños proyectos y el impacto de una gran obra es una de las satisfacciones que tanto Valeria Rangel como Alejandro Hernández encuentran en Zólido AV, una empresa de carpintería residencial que nació hace seis años con el objetivo de emprender un camino personal juntos.

Valeria creció en la cultura del emprendimiento; las bases las adquirió en casa. De padre fabricante de cocinas y madre diseñadora de interiores, Valeria vio la posibilidad de crecer con su formación en comercio internacional. La posibilidad de emprender llegó con la carpintería y el mobiliario residencial y decidió hacerlo de la mano de su esposo Alejandro, quien con sus habilidades en la mercadotecnia crearon hace seis años Zólido AV, una empresa que tiene la esencia de la familia pero con un enfoque particular.

Dar el primer paso no fue sencillo, pero Valeria siempre tuvo presente las enseñanzas de su papá. “Tengo 11 años trabajando en este ámbito; desde chica estuve involucrada en la construcción, la carpintería y la cocina y me fui fogueando ahí. (...) Hacemos un traje a la medida para nuestros clientes. Yo trabajo con arquitectos y también con el cliente final y es muy diferente trabajar con cada uno de ellos. El cliente final llega y me dice exactamente qué quiere. Le doy una recomendación, hago el diseño, le presento una propuesta en render, se hace la cotización, se manda a hacer el despiece, se fabrica y se instala”. 

Con un arquitecto es diferente. Ella se presenta en las obras, implica interacción con otros trabajadores que no forman parte de su equipo y hace que el resultado funcione. “Me presento en las obras. Desde antes de que inicie su proyecto me mandan lo que necesitan de acuerdo a sus planos y yo nada más ejecuto. En ocasiones me piden mi opinión por dar un toque diferente y luego viene la fabricación e instalación”, anota Valeria quien le da el mismo valor al proyecto de una persona que busca calidad en sus espacios que al arquitecto que trabaja para una constructora.

Crecer en la adversidad

Alejandro comparte que no fue sencillo dar el primer paso, el más difícil, pero la determinación y el trabajo permitieron que Zólido AV creciera, sobre todo en el momento más crítico que ha vivido la economía global: la pandemia. “Cuando vas a levantar un negocio no sabes qué va a pasar, si el proveedor te va a cumplir, si tú vas a poder cumplir con los tiempos o si el cliente te va a pagar. Así fue cuando empezamos en 2018; luego, entre 2020 y 2021 que fueron los años más críticos, nos dieron una oportunidad que no esperábamos: la gente empezó a buscar a través de internet y plataformas y mucha gente empezó a llegar con nosotros. Ahí se catapultó el negocio”. 

Por otra parte, pese a la experiencia que acompaña a Valeria por más de una década, ganar la confianza de los arquitectos en el mundo de la construcción no siempre ha sido fácil. “Ser mujer dentro de la construcción es difícil. Nos cierran las puertas en muchos lados, nos hacen sentir menos dentro de la obra. Es un reto de día a día”, pero ha sabido sortear las dificultades con éxito.

En equilibrio

El balance es fundamental para que un negocio y un matrimonio prosperen. Esa es una de las misiones más importantes de Valeria y Alejandro. “Nos complementamos. Trabajo 24/7 con él. Sabemos diferenciar muy bien entre la casa y el trabajo. Cada uno sabe la fortaleza del otro: él es muy bueno con los proveedores y la gente con la que hay que trabajar. Él se enfoca en atender a los arquitectos”, comparte Valeria.

Zólido AV tiene un amplio catálogo de productos y proyectos que incluye cocinas, clósets, vestidores, muebles de baño, centros de entretenimiento, salas de cine, áreas de lavado y también intervienen espacios para renovar su mobiliario con maderas y acero, como un reconocido hospital en Guadalajara. “Lo que el arquitecto nos pida podemos hacerlo”, anota Valeria. 

Y justamente con la consciencia de que todo es posible, es que Valeria y Alejandro trabajan cada día. Emprender está en su ADN, pero dar un paso lateral e independizarse del negocio familiar implica nuevos retos. En el caso de Valeria, siempre tuvo un maestro a su lado brindándole confianza. “Mi papá ha estado muy presente en mi vida y siempre me ha dicho: ‘El no ya lo tienes, ve por el sí’. Es luchar día a día y esforzarte, atreverse a hacerlo. Tienes lo que necesitas: aire en tus pulmones, sangre en tu cuerpo, puedes levantarte, si algo no sale bien vas a perder dinero, pero ese regresa si te esfuerzas. Hay quien piensa que por tener mucho tiempo en el negocio o por la suerte nos mantenemos, pero creo que arriesgarte en esta vida es fundamental, el ‘no’ ya lo tienes”, finaliza Valeria quien ha sabido crear oportunidades trabajando día a día por el “sí”.

Finanzas claras

Parte fundamental para que un negocio crezca es mantener las finanzas sanas desde el principio, reconocer que no todos los momentos son buenos, pero hay que tener siempre claras las prioridades. Para Alejandro Hernández, eso es posible respetando los proyectos y la responsabilidad que adquiere como empresario. “Siempre dicho que el dinero es tentador. Si yo recibo un anticipo de 10 pesos para un proyecto, la prioridad es mi equipo de trabajo y mis proveedores. Como líder prefiero no percibir un peso, pero terminar de pagar a mis proveedores y al equipo antes de cualquier cosa. Es muy importante trabajar el dinero como una herramienta de trabajo”, para él, la confianza es primordial.

CT

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