La flama de una vela parece más intensa cuanto más densa es la oscuridad. Eso fue lo que le sucedió a Jordana Montes Lara, dueña de la empresa Racoon México, una fábrica de velas aromáticas que inició su camino justo cuando la mayoría había pausado el suyo: la pandemia.Racoon es una marca de velas aromáticas artesanales cuyo distintivo es la elaboración con soya 100%, sin parafinas y todo inició sumando talento, la necesidad de ofrecer un detalle personal y mucho valor. “Siempre me llamó la atención tener un negocio que yo dijera ‘me apasiona’. Algo para mí. Cuando viene la pandemia tuvimos la necesidad de ofrecer un recuerdo para el aniversario luctuoso de mi hermano y le dije a mi mamá que yo podía hacer algo con un curso en internet que acababa de comprar. Le dije: ‘Yo las hago, vamos intentándolo, no hay peor lucha que la que no se hace’, y me aventé”.Jordana es una emprendedora autodidacta, el perfil de su empresa no lo encontró en el primer intento, pues antes de las velas inició con la elaboración de productos con aceites esenciales, pero algo no terminó de convencerla, así que puso en práctica los conocimiento adquiridos y la información del curso en línea sobre elaboración de velas y unió esfuerzos con su familia para hacer posible un negocio que ha crecido y se mantiene en pie. “Emprender se nos puede dar a todos, pero debemos ser conscientes de que nos va a costar lagrimas, frustraciones y dinero; hay que tener claro que no basta emprender con 500 pesos, porque puedes duplicarlos y hasta triplicarlos, pero se van como agua cuando debes invertir. Hay que tener claro que primero hay que invertir para ver los resultados, pero si no le ponemos ganas y corazón, si no estamos dispuestos a tener sacrificios, no verás resultados, porque a lo mejor ya no vas a tener el mismo tiempo que antes”, reconoce Jordana, pues muchos emprendedores esperan ser dueños de su tiempo y generalmente no es así.“Cuando tienes empleados a tu cargo y eres responsable de un negocio ya no eres dueño de tu tiempo, de tu dinero, porque te das cuenta que hay que poner en una balanza lo que significa. Por ejemplo, recibo apoyo de mi mamá y mis hermanos, pero yo me hago cargo de las compras, las ventas, las entregas, me ocupo de todo, mi familia me apoya cuando me ven muy rebasada”, comparte.El negocio ha crecido principalmente por las recomendaciones de boca en boca, anota Jordana, quien se ha apoyado en sus redes sociales para que el público tenga acceso a información de sus productos, pero sus clientes llegan con la recomendación más confiable: de boca en boca.Con el pasar del tiempo Racoon se ha transformado, pero conserva su esencia artesanal, afortunadamente la calidad del producto se recomienda sola y el crecimiento de la empresa ha sido exponencial, explica Jordana: “Entre las ventas de 2023 y 2024 tuve un crecimiento de un 80% de un año contra otro”. Hay aromas y tamaños base en los productos de Racoon que pueden adquirirse durante todo el año y otros que pueden ofrecerse sólo en algunas temporadas, por ejemplo, el año pasado el aroma de ponche navideño fue de los favoritos, pero sólo salió para venderse durante las fiestas decembrinas porque la esencia se agotó.“A mi me gusta vender lo que a mi me gustaría comprar. Empecé con cinco aromas y me pedían de una u otra cosas aunque a mí no me encantara y eso me hizo saber que debía tenerlo”. Entonces creó un catálogo de aromas base y otro por temporadas. “La calidad de los aromas, los costos, que dure la fragancia y que no sean artificiales es muy importante”, por eso cada pieza elaborada se hace con una atención al detalle como una artesanía que lo mismo sirve para decorar o llevar un mensaje para una persona especial. Crecer es el plan de todo empresario. Para Jordana, crecer significa consolidarse y poder brindar una fuente de empleo para otras mujeres. “Espero que este año pueda tener un showroom para que la gente pueda acercarse a ver y disfrutar los productos, que puedan llevarse las velas en el momento sin entrar en producción. También me encantaría ofrecer talleres de elaboración de velas y diversificar. Para mí es muy importante cuidar la calidad y que la gente tenga claro que cada producto que compre va a oler bien, que va a durar la fragancia, cuidar todos los detalles. Me gustaría crecer y ofrecer empleo a otras emprendedoras”. El nombre de la empresa es muy personal para su creadora, surge de su muy particular característica de tener ojeras marcadas. “Pensé en Mapache, pero no me convenció. Mis ojeras son muy marcadas y por eso pensé en ese primer nombre, y Racoon significa lo mismo, por eso el logo es una mapache con una velita en las manos. Son animales muy curiosos, para mí si significa preservar”. CT