El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, llamó al próximo Gobierno a analizar a detalle las reformas estructurales, como la energética, antes de decidir sobre su rumbo.Expuso que el proceso de transición inició de manera formal y en este periodo se debe reflexionar sobre la viabilidad técnica de las propuestas hechas en campaña y revalorar los programas que hay a partir del resultado de su evaluación técnica.Lo anterior, indicó, con el objetivo de decidir cuáles van a eliminarse, porque no están dando los resultados adecuados y aquéllos que -aunque sean perfectibles- deben continuar porque tienen un impacto deseado.De manera particular, dijo que el sector empresarial tiene un amplio interés en que las reformas estructurales, aprobadas en los últimos años, sean analizadas con un enfoque de política pública, rentabilidad social, crecimiento económico, oportunidades para las personas y “no sólo en un lente ideológico”.También consideró oportuno reconocer la apertura que han mostrado sectores como el energético, al convertirse en el mayor imán de inversión en el país y de telecomunicaciones, porque incrementaron la cobertura y disminuyeron el costo de los servicios, tanto para particulares como para micro, pequeños y medianos empresarios, los cuales son la base de la economía.“Como éstas, todas las reformas deben analizarse a detalle antes de decidir si deben eliminarse o no, o si son perfectibles, mejorables para fortalecerlas”, argumentó en un texto difundido por medio de la “Voz del CCE”.Resaltó que los empresarios se sumarán a este proceso a través de 12 mesas temáticas de trabajo, las cuales contarán con líderes del sector privado y especialistas, y los virtuales titulares de las diferentes secretarías de Estado.En las mesas se tendrá la oportunidad de retroalimentar la agenda del Gobierno, a través del diálogo, el análisis y el compromiso.Solicitan continuar buenas prácticasJuan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, expresó que el proceso de transición de ninguna manera debe poner en riesgo la continuidad de los servicios públicos, ni debe perder la memoria institucional construida con años de esfuerzos y recursos. “México no se puede reinventar cada seis años. Ya hay mucho trabajo realizado no sólo por los gobiernos anteriores, sino también por la sociedad civil y la ciudadanía en general”.