El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este miércoles con una bajada del 2.3 %, hasta los 23.99 dólares el barril por las preocupaciones de los inversores de que el exceso de oferta en el mercado no pueda corregirse con el repunte de la demanda derivado de las reaperturas económicas y los recortes en la producción.Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) los contratos de futuros del WTI para entrega en junio restaron 0.57 dólares respecto a la sesión previa del martes, cuando el Texas se disparó un 20.45 por ciento.Los precios del oro negro bajaban en una sesión volátil en la que llegó a subir cerca de un 6 %, por encima de los 26 dólares, para luego cerrar bordeando los 24 en una jornada que comenzó con la preocupación de los inversores con respecto a un posible aumento de los inventarios estadounidenses mayor de lo esperado, como había estimado el Instituto del Petróleo Estadounidense.Sin embargo, la Administración de Energía de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés) despejó las preocupaciones en torno a ese asunto y los datos publicados este miércoles revelaron que los inventarios para la semana acabada el 1 de mayo aumentaron en 4.6 millones de barriles en vez de los 8.67 que habían previsto los analistas.Los datos de la EIA también mostraron que la producción durante la semana pasada decayó en 200 mil barriles por día (bpd) hasta los 11.9 millones bpd, lo que significa 1.2 millones menos con respecto a la cifra más alta que se registró en marzo.Esta reducción en la producción, que se suma al recorte ya en vigor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de 9.7 millones de bpd, ha tranquilizado ligeramente al mercado en las últimas semanas, especialmente en Estados Unidos, donde también se han cerrado pozos y paralizado la actividad en algunas plataformas tras la decisión de reducir el bombeo de crudo por parte de las principales petroleras estadounidenses como Exxon, Chevron y ConocoPhillips.Los datos de la EIA ayudaron a frenar la caída, pero no evitaron el cierre en negativo del barril texano, que volvió a acusar las preocupaciones en torno a la falta de espacio de almacenamiento, una cuestión que no termina de solucionarse a medida que el principal punto de entrega de Estados Unidos, en Cushing (Oklahoma) sigue soportando una fuerte presión.JM