Zafiro Publicaciones es la división de impresos comerciales del periódico EL INFORMADOR, una empresa hermana de la casa editorial convertido en un referente en el Occidente del país por la calidad de sus publicaciones. Con 22 años en servicio, Zafiro es una compañía que constantemente innova en materia tecnológica para ofrecer a sus clientes la mejor calidad en folletería comercial, libros, revistas y catálogos.Salvador Hernández funge actualmente como director de la empresa y comparte el trabajo que se realiza para ofrecer un servicio distinto y completo a sus clientes. Se trata de una labor que si bien se apoya de la tecnología, al final no deja de ser una labor artesanal, donde los maestros impresores se fijan hasta el último detalle para alcanzar imágenes nítidas, textos claros, producciones perfectas.“Nos especializamos en la folletería comercial con mucho control de calidad. Si algo nos distingue es la buena impresión y la entrega a tiempo. En el área de revistas y catálogos también cuidamos mucho la calidad y creo que cumplir con las fechas que requieren los clientes es el punto clave. Esta forma de trabajar permite ganarnos la confianza de los clientes”, expresó el director de Zafiro.Con el paso de los años, muchas empresas dedicadas al giro de la impresión en rotativa comercial abandonaron el mercado para migrar a modelos digitales. Zafiro decidió mantenerse firme en su concepto y la constancia redituó. Si bien en el Centro de México hay rotativas de este tipo, en el Occidente del país, Zafiro es de las pocas -si no es que la única- que ofrece acabados de calidad máxima. Esto tiene ventajas competitivas, pues mientras la carga del trabajo puede saturar a las imprentas en la capital del país, en el caso de Zafiro hay mejor tiempo de respuesta para atender a los clientes. La rotativa más cercana a los equipos que tiene Zafiro se ubica en Querétaro.Arte en su más puro estiloEl trabajo de una imprenta es una labor artesanal: “Parece sencillo y no lo es. De hecho, por eso se siguen llamando artes gráficas. Cualquier arte implica la parte humana. La tecnología nos ayuda mucho, pero pasamos del proceso donde un diseñador imagina algo y hay que transferirlo al papel. Ese el chiste de esto y se requieren muchas calibraciones con apoyo de la tecnología y al final, el impresor es quien da el último toque a ese color. Entonces influye la capacitación y la experiencia humana para el resultado final”, afirmó Salvador Hernández.Si bien mucho del personal de Zafiro son personas jóvenes, también hay personas con una amplia trayectoria en el mundo de las impresiones. “Personas con colmillo”, los califica el director Hernández.Estos impresores con más años conocen a la perfección los medios para lograr los registros, que las luces y la temperatura sean las indicadas, hasta la colocación de las tintas a partir de los tipos de papel.“La impresión que utilizamos es offset y es algo químico. Empezamos a oxidar el agua. Si hay más humedad o menos, todo influye al papel y la tinta. Las variables del espacio, del ambiente también influye. Y la luz también debe ser la indicada: si el papel es blanco tiene más luz que un papel periódico. Depende también la luz si es de día o de noche, pues influye en la visión del impresor”, expresó Salvador Hernández, quien mencionó que se deben fijar en temas tan puntuales como la temperatura, la alcalinidad del agua o el tipo de luz con el que será vista la impresión, pues hay variaciones en las tintas. Evolución de los impresos en los tiempos digitalesEn tiempos donde los medios digitales parecen imponer la pauta, la realidad es que los impresos no pierden su relevancia. Los folletos, los libros y las revistas, forman parte del acervo de las personas y es un medio de comunicación relevante para los comerciantes.Igual que con los libros, que se auguraba su desaparición hace 15 años, lo mismo ocurre con los materiales impresos, que aún generan impactos en las personas. A decir de los directivos de Zafiro, los materiales físicos siempre complementarán los medios digitales.“Vamos de la mano. Hablando de los catálogos, hay una venta que se realiza digital pero la venta de catálogo en papel sigue siendo importante. Sí hay cambios, porque antes solo existía el papel, pero vamos de la mano y adaptándonos”, destacó.Siempre queda espacio para los medios impresos en Guadalajara para poder dar un servicio de calidad.El trabajar en una imprenta puede ser emocionante: observar como las máquinas lentamente sacan adelante el producto que nació de una idea, el entregar un libro a su autor, el enfrentar esos pequeños retos que van desde la calidad del papel, hasta los problemas con las máquinas y que generan adrenalina. Incluso el olor de papel y tinta puede ser adictivo.Los impresores trabajan como equipo y al final laboran con un fin común, entregar un producto de calidad. Incluso, las anécdotas también están presentes en el trabajo de los editores:“Hubo un proyecto, un libro, un libro de la Cámara Reguladora del Tequila que matemáticamente no daba el tiempo para hacerlo. Ya había fecha de presentación, pero no había archivos y pues fue un reto tenerlo a tiempo. Recuerdo que llegamos a la presentación con una caja nada más de libros, eran libros que aún estaban calientes porque acababan de salir la impresión y así se entregaron al estrado. Fue un libro donde la gente salió muy satisfecha por la calidad del libro. ¿Alguien se percató que aún estaban caliente? Supongo que la persona en el estrado sí”, concluye Salvador Hernández esbozando una sonrisa de satisfacción.