En un mar inmenso de opciones donde la moda impera con las SUV, se agradece tener al menos una camioneta que se desmarque y alce la mano por sus virtudes únicas. De eso se trata la Mitsubishi Eclipse Cross, cuyo diseño cobra brillo debido al lenguaje denominado Dynamic Shield y que ha permeado a todo el portafolio de productos japonés.Gracias a una carrocería tipo coupé -como lo denomina la marca oriental- tenemos algo visualmente atractivo. Al frente están esos enormes faros LED que hacen juego con la fascia predominantemente cromada y que porta las luces diurnas y antiniebla posadas en los extremos. A los costados los rines de aluminio de 18 pulgadas nos da la bienvenida a esa silueta de cuatro puertas y techo panorámico que rompe el molde cuando ponemos los ojos sobre la parte posterior.En esta zona las calaveras se unen por una línea divisoria del medallón, lo cual supone una obstrucción visual para el que va manejando pero la verdad es que no estorba para nada ese poste horizontal que divide lo que sería la ventana de la cajuela. Al contrario, en pocos minutos estamos acostumbrados a verlo así en el retrovisor y hasta se agradece que esa división permita ver un poco más hacia abajo, principalmente en maniobras de estacionamiento.La deportividad y la elegancia hacen buen juego en la Eclipse Cross, una camioneta que retoma el nombre del viejo deportivo japonés y lo lleva a otro nivel para ofrecer ese legado con una nueva configuración y carrocería.En el interior tenemos buenos terminados, ensamble correcto, pero la presencia de algunos plásticos rígidos podría restarle puntos. Otros aspectos como los botones de la calefacción de los asientos de piel son de un diseño algo ya muy visto, pero el resto de los elementos y botonería se muestra como una opción fresca.Tenemos buen espacio para llevar a cinco pasajeros e incluso la opción para transportar maletas medianas o grandes al abatir los respaldos de los asientos de la banca posterior. Es la ideal para salir a pasear en familia con todo y “triques”.En términos de conectividad y el resto del equipamiento, destaca la disponibilidad de Android Auto y Apple CarPlay, y por supuesto el tradicional sistema de audio Rockford Fosgate con subwoofer. Un elemento que nos acabó convenciendo fue el trackpad, que no es otra cosa que un pequeño control digital colocado adelante del descansabrazos central y desde donde podemos mover la pantalla y adentrarnos en su funcionamiento y configuración. Su uso es muy intuitivo, fácil y hasta divertido, porque cumple su labor y evita distracciones ya que con un dedo podemos elegir lo que necesitamos en pantalla, sin necesidad de estirarnos hasta ella y seleccionar.En este punto quedamos encantados con la conducción. Gracias al sistema S-AWC se otorga la tracción a las cuatro ruedas y va de la mano con el resto del conjunto mecánico conformado principalmente por el bloque de 1.5 litros, turbo, y a la caja automática CVT con cambios al volante (mediante las enormes paletas metálicas).En ciudad se siente fantástica, con una respuesta inmediata en la aceleración inicial, pues no le cuesta nada de trabajo arrancar y entregarnos inmediatamente la velocidad deseada.En conclusión, tenemos una camioneta atractiva, con el aura de confiabilidad que una marca como Mitsubishi podría otorgar al tener en sus filas un producto que sea recíproco con sus ideales y calidad de fabricación. Entre sus rivales tenemos duros contendientes como la elegante Peugeot 3008 o la tan popular Kia Sportage, entre otras, cuyos estándares de equipo y seguridad exigen estar más que al día para seguir vivos en la lucha por las ventas en este reñido segmento.MotorL4; 1.5 litros; Turbo. Potencia: 152 HP @ 5,500 rpm. Torque: 152 libras-pie @ 2,000 rpm.TracciónIntegral.TransmisiónAutomática, tipo CVT (continuamente variable).FrenosDe discos ventilados adelante y de discos sólidos atrás, con ABS.SuspensiónDirecciónCon asistencia eléctrica.Dimensiones (mm)CapacidadPrecio566 mil 400 pesos.