El Departamento de Comercio de Estados Unidos iniciará una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial que determinará si las importaciones de autos, SUVs, vans, camiones ligeros y autopartes representan una amenaza a su seguridad nacional y, en caso de ser así, se impondrían tarifas de 25 por ciento, de acuerdo con el Wall Street Journal. “Hay evidencia que sugiere que, por décadas, las importaciones del exterior han erosionado nuestra industria nacional de autos. El Departamento de Comercio conducirá a una investigación exhaustiva, justa y transparente sobre si dichas importaciones debilitan nuestra economía interna y pueden perjudicar nuestra seguridad nacional”, le escribió Wilbur Ross, secretario de Comercio, en una misiva al secretario de Defensa, James Mattis. De acuerdo con el Departamento de Comercio de Estados Unidos, las ventas de vehículos de pasajeros importados han pasado de 32 por ciento al 48 por ciento del total en los últimos 20 años; de 1990 a 2017 el empleo en la producción de vehículos de motor declinó 22 por ciento; y las empresas dedicadas a la manufactura de autopartes de EU representan el 7 por ciento de la industria, estos y otros aspectos serían algunos de sus motivos para realizar la investigación. El mandatario de EU tuiteó el miércoles por la mañana que vendrían “grandes noticias” que serían bienvenidas por los trabajadores automotrices, aunque no dio más detalles. “Pronto habrá grandes noticias para los grandes trabajadores de las automotrices estadounidenses. Después de muchas décadas de perder sus trabajos que fueron a otros países, ¡ya han esperado lo suficiente!”, escribió Trump en su cuenta de Twitter. Más tarde, el Departamento de Comercio anunció la investigación. “Trump habló hace días ante los directivos de la industria automotriz (de Estados Unidos) que estaría proponiendo, lo que ya está haciendo el día de hoy, la imposición de un arancel de alrededor de 20 por ciento para automóviles importados, y además tendrían que cumplir los carros que se importaran a EU con la normativas actuales de emisión de contaminantes, pero aquellos fabricantes norteamericanos se les podría permitir llevar a cabo una aplicación de esas normativas pero más light, un proteccionismo muy pronunciado”, reveló Juan Manuel Chaparro, presidente de Fomento Industrial de la Canacintra, en entrevista. Luz María de la Mora, negociadora del TLCAN original y directora de LMM Consulting, mencionó que uno de los objetivos que podría tener el anuncio del presidente del país vecino obedece a su forma de imponer presión sobre las mesas de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “Efectivamente, es parte del proceso de presión de Estados Unidos en la mesa de negociación, al presidente Trump le gusta ser muy estridente y lanzar todo tipo de declaraciones y acusaciones durante el proceso, y sobre todo cuando está teniendo tantas dificultades. También estamos viendo que el Congreso de EU está tomando decisiones más contundentes con respecto al proceso de la negociación”, dijo De la Mora. Otro de los temas que se cruzan en paralelo con el anuncio es la fecha límite del Congreso para recibir un acuerdo, la cual Paul Ryan había fijado el 17 de mayo y que, en ese mismo día, expandió dos semanas más. El senador republicano Rob Portman aseguró que Estados Unidos tiene “muchas pelotas en el aire por el momento”, refiriéndose a las negociaciones del TLCAN y las discusiones comerciales con China; sin embargo, no descarta que el actual Congreso pueda votar un acuerdo de América del Norte modernizado. “Ya veremos (si se puede votar). Esperábamos que se pudiera resolver en este periodo. Podríamos abordarlo en la sesión del Congreso”, comentó el republicano en una entrevista con CNBC.