El 2017 no sólo será recordado como aquel año en que se alcanzó la inflación más alta desde el 2000, al ubicarse en 6.7 por ciento, sino también como en el que más se encarecieron algunos de los materiales de construcción, al promediar un aumento de casi 11 por ciento, lo que representó su mayor alza desde 2014, según el Índice Nacional de Precios al Productor (INPP). Aunque esto afectó a los consumidores y a las constructoras, benefició a empresas como Cemex, Corporación Moctezuma, Lamosa y Rotoplas, que vieron expandir sus márgenes de ganancias e incrementar su flujo operativo (EBITDA). El consolidado de las cuatro compañías revela que su EBITDA alcanzó los 12 mil 785 millones de pesos el año pasado, un incremento de 17 por ciento comparado con 2016. “Las empresas tuvieron que hacer ajustes (en precios), como se hace año con año y esos ajustes lo trasladan ellos a nosotros como industriales transformadores y nosotros lo repercutimos en el tipo de consumidor, ya sea gobierno o de tipo privado”, comentó Gustavo Arballo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). Entre los materiales que se encarecieron el año pasado estuvieron el cemento, tabique, alambre, concreto, azulejos y losetas de cerámica, entre otros. El ejecutivo agregó que el ajuste en los precios de los insumos que tuvieron que hacer las empresas obedeció en buena medida a la mayor inflación que se registró en el país, así como al encarecimiento de los energéticos y el tipo de cambio, entre otros factores. “Claro que hubo un incremento en los precios, lo que se explica también por el brinco de año y también lo que afecta en diferente manera el tipo de obra, ya que no todas son iguales. Entre los insumos que se vieron afectados están el cemento, el concreto, el alambre, y otros más”, detalló Arballo. De acuerdo con el INEGI, el índice de precios de los bloques y tabiques de concreto aumentó 17.4 por ciento el año pasado; el de alambres y cables con aislamiento 32.9 por ciento; el del concreto premezclado 10.8 por ciento; y los de maderas y triplay 11.9 y 11 por ciento, respectivamente. Por otro lado, los azulejos y losetas de cerámica tuvieron un alza de 3.8 por ciento en su precio. “Las empresas beneficiadas con el encarecimiento de algunos de los productos necesarios para la construcción, vieron incrementados sus flujos operativos en doble dígito el año pasado. Es el caso de Cemex (en México), si bien reportó pérdidas, eso se explica por un mal desempeño de sus mercados en el extranjero, especialmente Estados Unidos”, dijo Rafael Camacho, analista de Ve por Más Casa de Bolsa. En lo individual, Rotoplas tuvo un aumento de 36 por ciento en su EBITDA, Lamosa casi 18 por ciento y Corporación Moctezuma un alza de 15.8 por ciento respecto al 2016. El alza en los precios de los materiales requeridos para la construcción tuvo un impacto directo en el precio de la vivienda, la cual se encareció casi 6 por ciento al cierre de 2017. Con ello, sufrió un incremento promedio de 6.4 por ciento en los últimos cuatro años, de acuerdo con la Sociedad Hipotecaria Federal. Rafael Camacho, analista de Ve por Más Casa de Bolsa, explicó que del valor final de una vivienda media –aquella que va de un precio de 500 mil a los 2 millones 500 mil pesos– y la residencial –con precio superior a los 2 millones 500 mil pesos–, el 30 por ciento corresponde al costo de construcción, mientras que en una casa de interés social –con precio de hasta 500 mil pesos– es cerca del 60 por ciento. Cabe señalar que el precio promedio de las casas y ‘depas’ de las vivienderas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) –como Cadu, Viente, Ara y Javer– ha tenido un aumento de casi 13 por ciento en este año, lo que se explica principalmente por una mejor mezcla de ventas, ya que los segmentos de tipo medio y residencial cada vez pesan más en su facturación.
