El próximo lunes 18 de mayo, la industria de la construcción reiniciará operaciones luego de que el Consejo de Salubridad General publicara ayer un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación (DOF), en el que consideró a este sector como actividad esencial, tras casi siete semanas de paro. “Regresar a esta nueva normalidad nos trae una serie de retos, primero sí lo celebramos, pero en nuestra industria ya estábamos listos con protocolos para proteger en las obras de construcción a los trabajadores”, afirmó Eduardo Ramírez Leal, presidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que agrupa a más de 12 mil empresas. Reconoció que regresarán a operar con una caída en la producción de 8 por ciento anual en el primer trimestre y más de 3 mil empresas seriamente afectadas económicamente por la paralización de actividades. “Son más de 3 mil empresas con muchísimos problemas, posiblemente mil de ellas ya no regresen a la misma industria. De esas, alrededor de 400 mil personas seguramente hoy, en mayo, ya no tienen ingresos, es un problema muy grave”, advirtió. En abril, el empleo en la industria de la construcción se contrajo 15 por ciento anual en su número de afiliados al IMSS. Además, la industria –integrada por productoras de cemento, concreto, vidrio, acero, pinturas y plásticos– enfrentará el reto de reactivar operaciones en medio de un debilitamiento de la demanda de espacios residenciales, comerciales y de oficinas, además de la baja producción de viviendas y obra públicas y privadas, coinciden especialistas. Actualmente en el país cerca de 80 por ciento de las constructoras siguen activas, pero básicamente ocupadas en proyectos de obra pública, los cuales son insuficientes para soportar a la industria, dijo Jaime Rocha Font, presidente de la Cámara Nacional de Acero (Canacem). Ramírez Leal afirmó que la iniciativa privada debe tener una participación activa en la reactivación del sector, ya que consideró difícil que la industria se beneficie sólo con la inversión de los cuatro proyectos estratégicos que el gobierno tiene: el aeropuerto de Santa Lucía, Dos Bocas, el Tren Maya y el Transístmico. Cementeras aguantan "vara" A principios de abril, la construcción se detuvo ante la emergencia sanitaria del coronavirus en México, sin embargo, las cementeras pudieron mantener sus operaciones para abastecer a los proyectos prioritarios del gobierno y para atender la demanda del sector informal. Además, los productores de cemento resistieron a los embates de la pandemia debido a la experiencia internacional que reportaron empresas como Cemex, Cementos Fortaleza, Cementos Moctezuma y Holcim, afirmaron expertos. “Las empresas europeas empezaron a mandar información de cómo atacar este tema en las plantas en la administración y la gestión externa del servicio de la venta. Esa experiencia sirvió mucho para empezar desde marzo a preparar protocolos”, señaló Jaime Rocha Font, presidente de Canacem. En el primer trimestre del año, Cemex reportó un alza de 2 por ciento en ventas y Grupo Cementos Chihuahua un aumento de 11 por ciento anual. Sin embargo, el representante de las seis cementeras más grandes del país advirtió que para lo que resta del año podrían experimentar una caída en volumen de hasta 15 por ciento anual. “La demanda bajó en el sector formal-privado, principalmente en los meses de abril y mayo. ¿Cómo vemos el resto del año? Tenemos un consenso de más o menos entre el 12 y 15 por ciento caída del volumen respecto a 2019”, advirtió. En el primer trimestre del año, Cementos Chihuahua (GCC) incrementó 3 por ciento anual sus ventas, por la demanda en la construcción de naves industriales, viviendas y obras públicas. No obstante, Enrique Escalante, director general de GCC dijo a inversionistas que la restricción a actividades no esenciales podría afectar los ingresos de la empresa en el segundo trimestre. Por su parte, Cooperativa Cruz Azul redujo hasta 75 por ciento su personal en las cuatro plantas que operan en el país ante la emergencia. “Las actividades como mantenimientos están diferidas en tiempo, y la construcción de nuevas instalaciones está suspendida. Las plantas operan con el 25 por ciento de personal que se requiere”, dijo Noé Calvo Morales, director de Recursos Humanos de Cooperativa Cruz Azul. Jaime Rocha Font concluyó que las cementeras no tuvieron impacto de COVID en el primer trimestre del año, ya que “lo que hizo el virus fue interrumpir la tendencia positiva de la industria”, mientras el verdadero impacto lo verán reflejado al segundo trimestre.