Ayer se inauguró el festival Jalisco Maker Faire, un encuentro de creadores en el Parque Alcalde que busca impulsar el talento de los jaliscienses y fomentar una cultura innovadora.El titular de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (SICyT), Alfonso Pompa Padilla, destacó que el evento es un reconocimiento a la cultura de creadores que existe en el Estado, “creadores que están intentando hacer las cosas con nueva tecnología y que tienen en esta feria una oportunidad para presentar con mucho orgullo lo que son capaces de hacer y lo que están pensando para el futuro”.Durante el festival se espera la asistencia de tres mil personas, de las cuales alrededor de la mitad serán estudiantes de todos los niveles. Dentro de Jalisco Maker Faire se expondrán 250 proyectos en temas como ciencia, robótica, ingeniería, arte, diseño y moda.Un dron gigante capaz de transportar a una persona, un robot humanoide impreso en plástico, unos lentes que utilizan inteligencia artificial y sensores para ayudar a personas con discapacidad visual para reconocer su entorno, son sólo algunos de los proyectos que estarán en exposición.Adicional a eso, el programa del evento cuenta con más de 80 horas de contenido en conferencias y talleres, en las que la SICyT participará con charlas en temas como “El ADN del maker” y “El futuro es de los makers”, así como el taller “¿Yo inventor(a)? ¡Rompámos los mitos makers!”, en el cual se orientará sobre la importancia del proceso para proteger la propiedad intelectual, ayudándoles a identificar los activos intangibles aplicables a la tecnología (inventos) y la forma de comercialización (marcas e imagen).Por otro lado, con el propósito de apoyar a los inventores jaliscienses, la SICyT buscará identificar los proyectos con orientación científica y tecnológica susceptibles de protección de propiedad intelectual y se les ofrecerán asesorías individuales gratuitas en la Secretaría.Para conocer los detalles sobre Jalisco Maker Faire y el contenido de su programa ingresa a: https://jalisco.makerfaire.com/Durante la última década, el crecimiento de la matrícula en los planteles del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) en Jalisco ha quedado estancada, con poco más de 14 mil estudiantes inscritos de 2010 a 2017, según señala el estudio “Jalisco a Futuro 2018-2030”, desarrollado por la Universidad de Guadalajara.El Conalep es la institución de educación media superior que tuvo el crecimiento menos significativo entre los años mencionados, con apenas 1% de aumento en su matrícula. A nivel general en todo Jalisco, el padrón de estudiantes inscritos bachilleratos tecnológicos (Conalep, Cecytec, UdeG, así como escuelas particulares y federales) es una cuarta parte del total de los jóvenes que estudian la Educación Media Superior. El resto de los jóvenes opta por el bachillerato general.“La preferencia por los estudios de bachillerato general está asociada principalmente a su aspiración por alcanzar los estudios superiores”, señala el documento.El director del Coecytjal, Francisco Medina, afirmó que hay aproximadamente ocho mil vacantes en la industria tecnológica de Jalisco que no han podido ser ocupadas, pero achacó este fenómeno al hecho de que los profesionales de la tecnología en Jalisco no dominan el idioma inglés. “No basta con un título universitario, aparte se requiere inglés y ese no es un requisito de nosotros, es de la industria”, dijo.En abril, este medio de comunicación publicó que el esquema de enseñanza del inglés en Jalisco es un fracaso debido a la falta de personal capacitado y una cantidad suficiente de horas para enseñar el idioma en el sistema de Educación Media Superior, según lo señalaba el propio secretario de Educación, Juan Carlos Flores Miramontes.A pesar de que el sector de la Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI), se encuentra en el centro de las prioridades públicas para lograr el desarrollo económico de Jalisco, es poco el impacto que estos proyectos de innovación han tenido en el Estado, señaló el estudio “Jalisco a Futuro 2018-2030”.El documento indica que, a pesar de que hay un incremento en indicadores, como un mayor presupuesto para CTeI, el aumento de miembros jaliscienses del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y de solicitudes de patentes provenientes de la Entidad, no se ve un impacto directo de los proyectos de innovación en la vida de los jaliscienses.“La generación de beneficios económicos y sociales a partir de la CTeI es una tarea pendiente. Hay avances, pero siguen prevaleciendo la desigualdad, la inequidad, el desarrollo de grandes empresas con la precarización del trabajo y empleos de muy bajos salarios”, dice el documento.Claudia Díaz Pérez, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana y autora de la sección del estudio dedicada a analizar el desempeño de las políticas públicas de CTeI en Jalisco, puso como ejemplo del problema que a pesar de que Jalisco es el segundo lugar en solicitudes de patentes no hay un registro significativo de cuántas son otorgadas y cuántas llegan al mercado.“Tener patentes no significa que las estés usando productivamente en negocios, por ejemplo. Si mejoraron la capacidad operativa de las empresas, su productividad, si hay nuevos productos comercializados a partir de ellas”, dijo.Sin embargo, el director del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, Francisco Medina (Coecytjal), Francisco Medina, negó este escenario y recalcó que la institución apoya, este año, 199 solicitudes de patentes, de las cuales esperan que la mayor parte sean otorgadas.“La solicitud que recibe apoyo de nosotros es porque tiene más de 60% de probabilidades de pasar”, respondió.En el año 2000, Jalisco contaba con 323 académicos integrados al Sistema Nacional de Investigadores (SNI). A la fecha, este crecimiento ha aumentado exponencialmente hasta llegar a mil 787, según datos proporcionados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) vía Transparencia.Sin embargo, solo uno de cada 10 de estos investigadores pertenece a ingenierías, según revela el estudio “Jalisco a Futuro 2018-2030”. Por otro lado, cuatro de cada 10 investigadores jaliscienses en el SNI pertenecen a las ciencias sociales y humanidades. Sin embargo, ninguna de estas áreas del conocimiento pertenecen a áreas prioritarias para el desarrollo de Jalisco. Según señalaba el hoy extinto Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), los sectores estratégicos de Jalisco son los de la construcción, agroindustrial, electrónico, desarrollo tecnológico, tecnologías de la información, energías alternativas, entre otros similares.“La necesidades y vocaciones regionales del Estado están descubiertas en términos de recursos humanos de alto nivel que las acompañen”, advierte el estudio.Esto se puede observar en la manera en que los egresados de áreas no prioritarias también enfrentan dificultades para integrarse al mercado laboral. Tal es el caso de Ángeles, quien cuenta con una maestría en Estudios de Literatura Mexicana hecha en la Universidad de Guadalajara (UdeG) y en los cinco meses que han transcurrido desde que concluyó su posgrado solo ha encontrado trabajo como docente de inglés unas cuantas horas a la semana, trabajo que no le reporta más de dos mil pesos al mes.“Sigo esperando una convocatoria de la UdeG para ingresar a su cuerpo académico y convertirme en investigadora, o la convocatoria de alguna otra universidad”, dijo.Hace un año que Fernando terminó su maestría en Ciencias en Farmacología en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en la Ciudad de México. Sin embargo, desde entonces no le ha sido posible encontrar con un trabajo adecuado a su nivel de formación. A pesar de que sí trabajó después de haber terminado su licenciatura en la Universidad de Guadalajara (UdeG) para tener experiencia laboral y poder evitar un escenario así, ahora que tiene el posgrado la búsqueda se ha vuelto más complicada.“He buscado en todo el país y no he tenido ninguna respuesta positiva. Mandé muchísimos currículums a varias empresas y en la mayoría no he tenido ninguna respuesta. Las que sí, me han comentado que estoy sobrecalificado”, cuenta.Según el estudio “Jalisco a Futuro 2018-2030”, desarrollado por la Universidad de Guadalajara, en 2001 había menos de ocho mil jaliscienses estudiando una maestría y doctorado.