A pesar del optimismo del presidente estadounidense, Donald Trump y del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para alcanzar este viernes un acuerdo para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), crucial para ambos países y México, aún hay temas por discutir.Los puntos conflictivos entre Ottawa y Washington son dos: la apertura del protegido sector lácteo canadiense y la modificación del capítulo 19 de solución de controversias en prácticas desleales, ambas pretensiones de Estados Unidos que Canadá rechaza.La canciller canadiense, Chrystia Freeland, expresó sentirse “alentada por el progreso logrado” en sus reuniones con el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer.Estados Unidos y Canadá están en “un período extremadamente intenso en las negociaciones”, dijo a periodistas, señalando que funcionarios de comercio habían trabajado hasta altas horas de la noche revisando asuntos pendientes.En esta etapa crucial de las conversaciones iniciada el martes, Trudeau también aventuró que “hay una posibilidad” de llegar a un acuerdo para el fin de la semana, aunque insistió que todo acuerdo “dependerá de si en definitiva es bueno o no para Canadá. Desde el principio he dicho que es mejor no tener un TLCAN que tener un mal TLCAN”, apuntó, haciéndose eco de palabras de Trump.Donald Trump expresó que el acuerdo de principio al que llegaron Washington y México en el marco de la revisión del TLCAN, aumenta las posibilidades de que el pacto continúe siendo trilateral, a pesar de la amenaza de dejar a Ottawa al margen.“Con Canadá creo que estamos marchando realmente muy bien”, dijo Trump en un evento de la Casa Blanca. “Creo que Canadá quiere llegar a un acuerdo”, añadió, pero nuevamente planteó la posibilidad de hacer un trato por separado con México.AFPLuego del anuncio de un acuerdo bilateral por parte de México y Estados Unidos, Canadá debe decidir si entra o no a un nuevo Tratado de Libre Comercio América del Norte (TLCAN), situación que coloca al Gobierno de Justin Trudeau en desventaja, opinó el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Clemente Hernández Rodríguez.El académico explicó que el mandatario canadiense se enfrenta a una encrucijada: si acepta y entra al tratado tal como está en este momento, estará en conflicto con el sector industrial canadiense, mientras que de no hacerlo habrá sufrido un “fracaso político” con altas posibilidades de costarle su posición.El investigador también sentenció que “en pocos términos, el TLCAN ya murió” mientras no haya un acuerdo en el que estén integrados los tres países y que cabe la posibilidad de que en lugar de un sólo tratado, haya tres acuerdos bilaterales.Por su parte, Daniel Curiel Rodríguez, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, se mostró más positivo al decir que confía en que Canadá entrará al acuerdo, además de expresar que, a pesar de que hay puntos en los que aún es necesario ver cómo serán implementados, ya se cuenta con la certidumbre de saber “con qué reglas se va a jugar”.Con respecto a la participación de México en la renegociación, Hernández Rodríguez indicó que el país “tuvo que ceder” en el trato como consecuencia del propósito de que el nuevo pacto quede listo en el presente Gobierno.El acuerdo de México con Estados Unidos sobre las revisiones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) reduce la incertidumbre relacionada con el comercio y es positivo para el perfil crediticio mexicano, consideró Moody’s.La calificadora internacional señaló que el acuerdo anunciado el pasado lunes pone fin a un tumultuoso proceso de negociación que comenzó el año pasado en medio de las reiteradas amenazas de Estados Unidos de retirarse del TLCAN.“Este desarrollo es positivo para México, porque reduce la incertidumbre, apoya el crecimiento a corto plazo y las perspectivas de inversión”, señaló en un reporte.Como resultado, anticipó la inflación doméstica, las tasas de interés, el tipo de cambio y las finanzas públicas se mantendrán en línea con sus previsiones actuales.