Debido a que algunos riesgos se materializaron como una mayor depreciación del tipo de cambio, y a la posibilidad de que se modifique la política de suavización de precios de las gasolinas, es posible que no se alcance la meta de inflación de 3% durante 2019, como se había previsto, advirtió el Banco de México (Banxico).En las consideraciones que manifestaron los miembros de la Junta de gobierno respecto de la decisión de política monetaria, externaron además de la preocupación por no alcanzar la meta de inflación, el nerviosismo por el tema de la inseguridad pública, problema que ya se recrudeció incluso en la Ciudad de México.Según la minuta número 60 de la reunión de política monetaria en la cual se decidió por unanimidad subir a 7.75% la tasa de referencia, tres de los integrantes mencionaron entre los riesgos, que se modifique la política de suavizamiento de los precios de las gasolinas; uno especificó que esto podría llevar a una mayor volatilidad y a una estacionalidad distinta de la inflación.Otro señaló que la elevada vulnerabilidad estructural de las finanzas públicas en México también constituye un riesgo para la inflación.Éstas podrían potenciarse en el futuro próximo debido a que el ganador de la próxima contienda electoral, independientemente de quien sea (la reunión de política monetaria se llevó a cabo el 21 de junio, es decir antes de las elecciones) tratará de dar cumplimiento a sus promesas de campaña, lo que podría implicar presiones adicionales sobre las finanzas públicas.Uno detalló que la perspectiva de una negociación prolongada del TLCAN, podría implicar un nivel de tipo de cambio por encima de lo previsto para el resto del año. Otro, consideró que el impacto podría ser mayor conforme se vaya ampliando la lista de productos sujetos a medidas arancelarias.Algunos advirtieron la debilidad institucional, así como de la delincuencia e inseguridad pública; de ésta última, uno sentenció que son un desafío al monopolio de la fuerza del Estado y que a últimas fechas se han recrudecido incluso en la Ciudad de México, lo que podría suponer que ya no se trata de un fenómeno geográficamente aislado. Otro argumentó que la creciente inseguridad pública ya ha afectado la actividad productiva del país. SA