La emergencia sanitaria decretada por la pandemia del coronavirus ‘borró’ en abril y mayo a 35 por ciento de las propiedades de alojamiento ofrecidas por ‘anfitriones’ de Airbnb en la Ciudad de México, en comparación con las que se anunciaban a finales de marzo de este año. Al cierre del primer trimestre de este año, se calcula que la plataforma contaba con 22 mil 535 propiedades en la Ciudad de México, mientras que para mayo el número cayó a 14 mil 713 inmuebles o habitaciones, según datos de AirDNA, una base que analiza información de rentas de corta estancia, ya que Airbnb no comparte datos por no ser empresa pública. Lo anterior significa que, en sólo dos meses, 7 mil 822 personas en la Ciudad de México abandonaron la app, luego de que la pandemia provocara una cancelación masiva de reservaciones programadas, lo que obligó a algunos propietarios capitalinos a desactivar sus cuentas y bajar sus anuncios. Rogelio Torres, un anfitrión que ofrecía su departamento en el centro de la Ciudad de México a través de la plataforma desde hace un año, antes de la pandemia obtenía un ingreso mensual que alcanzaba los 30 mil pesos. Sin embargo, a finales de marzo la pandemia ocasionó que Airbnb deshabilitara la posibilidad de reservar y Torres perdió a los huéspedes de tres meses. “En cascada se cancelaron las reservaciones, ahora ya se pueden realizar las reservaciones, pero no ha habido huéspedes porque no se han reactivado las actividades, nadie está viajando, ni por turismo ni por trabajo”, comentó el anfitrión. Ante ello, Torres decidió abandonar la plataforma para poner en renta tradicional su departamento, esto a pesar de que ello implicará un ingreso mensual hasta 50 por ciento menor frente a lo que ganaba a través de Airbnb. “Estoy pensando en dejar la plataforma y poner mi departamento en renta fija, tradicional, con un precio más bajo, se gana menos, pero es lo más viable porque es más seguro”, señaló. La semana pasada, el director general a nivel mundial de Airbnb, Brian Chesky, señaló que la empresa perdió casi todo su negocio por la crisis sanitaria que vive todo el mundo y que en el país ya cumplió casi cuatro meses. De acuerdo con datos de la consultora Euromonitor International, la empresa fundada en California es la séptima mejor posicionada en el mercado de alojamiento en México, sólo por debajo de grandes cadenas hoteleras como Apple Leisure Group, Marriott y Grupo Posadas. El Financiero consultó a Airbnb México para conocer las afectaciones de la pandemia, sin embargo, la firma no respondió a las solicitudes de información. América Vargas y su pareja Orlando Cisneros son otros de los anfitriones de Airbnb que dejarán de promocionar una habitación de su departamento en Miguel Hidalgo. La primera vez que lo pusieron en renta coincidió con el inicio de la pandemia en marzo. Su primer –y último huésped– fue un emprendedor brasileño que llegó el 4 de marzo. Para finales de ese mes el brasileño ya no pudo salir a emprender su negocio en México, por lo que se quedó varado cuatro meses en la capital del país, debido al cierre de fronteras aéreas. Vargas y Cisneros le brindaron alojamiento hasta el pasado domingo 28 de junio, cuando el brasileño abordó un vuelo humanitario de regreso a su país. La pareja perdió 7 mil pesos mensuales para julio, porque no han tenido reservas en la plataforma para ese mes. La pandemia coincidió con el inicio del cobro del IVA e ISR a los huéspedes de las empresas de alojamiento como Airbnb, por lo que, en consideración de Hugo Palomares –un anfitrión que pidió cambiar su nombre–, ofrecer estancias de corto plazo se volvió poco atractivo. Para este anfitrión las afectaciones por la cancelación de reservas y la caída del turismo fue mayor, pues tiene 50 propiedades bajo el esquema. Palomares refirió que los gastos de mantenimiento y servicios son un costo que, durante la pandemia, tuvo que enfrentar sin ingresos de las propiedades que administra en la Ciudad de México.