La temporada de calor nos hace buscar alternativas para refrescar nuestros días y un gran aliado para la temporada y que hace un excelente equipo con nuestra creatividad es el refrigerador: paletas, agua fresca, postres fríos, etc., son algunas opciones para el verano, pero el uso intensivo del dispositivo puede concluir en un aumento de la tarifa de electricidad, por ello acá te dejamos algunos tips para reducir el consumo de luz de tu refrigerador.Si quieres preservar mejor tus alimentos y evitar virus, bacterias e incrementar la duración de conserva, lo ideal es mantener los espacios internos de tu frigorífico en buen estado, pero además de preocuparse por la limpieza interna, también hay que fomentar la limpieza exterior, principalmente el condensador.Es importante limpiar regularmente la parte trasera del refrigerador, donde se encuentra el condensador. El polvo y la suciedad que se acumulan en esta área dificulta la disipación del calor y hace que el refrigerador trabaje más para mantener una temperatura adecuada, es por ello que una sacudida garantiza su adecuado funcionamiento.Un aspecto muy importante a la hora de mudarse o reorganizar el hogar es la posición del refrigerador. Por más pequeña que pueda ser la cocina de tu hogar, lo ideal es que el dispositivo se encuentre lejos de cualquier fuente de calor, es decir, apartado de la estufa, un radiador, u horno que se emplee de forma activa, debido a que de estar cerca de estas fuentes hará que el aparato trabaje más para compensar el aumento de temperatura en su entorno.Aunque los refrigeradores, algunos más avanzados, tengan variedad de niveles de temperatura, lo ideal es no abusar de todo el potencial que dispone, pues adelantarse a poner el máximo nivel puede exigir de más al dispositivo y por supuesto solicitar mayor demanda de energía. Es importante establecer una temperatura óptima de funcionamiento, la cual se sitúa entre los 3 y 5 grados celsius para la zona de refrigeración y -18 grados Celsius para el congelador, estos rangos permiten conservar los alimentos en buen estado sin forzar a la máquina.Para meter alimentos recién hechos, lo ideal es que primero dejes enfriar dichos preparados en lugar de introducirlos de forma inmediata al refrigerador, ya que esto incrementa la temperatura interna y provoca que el electrodoméstico deba esforzarse más para enfriarlos.Un aspecto que pocas veces es revisado son las puertas, justo en los bordes donde se encuentran los sellos, porque con el tiempo suelen dejar bloquear la temperatura, así que conviene cambiarlos cuando detectes o sientas que ya no cierran bien las puertas. Por otro lado, tiene mucho que ver los hábitos y ansiedades a la hora de buscar alimentos, por ello procura mantenerte tranquilo y no abras demasiado la puerta en busca de comida.Durante la temporada del calor, el refrigerador suele consumir más energía mientras trata de regular la temperatura exterior como interior, mantenerlo en buen estado facilita dicha tarea, por eso es bueno darle mantenimiento con frecuencia, por lo que llamar a tu técnico de forma periódica es también una forma adecuada de garantizar su efectividad.OA