El gran reto para la industria del vestido de México y en especial de Jalisco es adaptarse a las nuevas formas de comercializar y las tendencias de consumo, coincidieron el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE) Delegación Jalisco, Roberto Santana Flores; la académica y especialista en Economía, Nora Ampudia Márquez; y la directora General de Comercio Exterior de la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado (SEDECO) de Jalisco, Claudia Villarruel Enríquez, quienes también subrayaron que se espera un crecimiento de 7% en este sector.En el marco del foro “Diálogo entre Líderes”, que se realizó como parte de la 78 edición de Intermoda que culmina este viernes, coincidieron en enfatizar en que los retos para este año que tienen las industrias involucradas en el segmento de la moda, en especial el del vestido, son muchos, pero si se generara una unidad entre todos, las tendencias en contra se revertirían.Al respecto, el empresario Roberto Santana Flores, propietario de la empresa Compañía Industrial Tecolotlán S.A. de C.V., cuya marca insignia es Ranger’s, dijo que el principal problema de la industria del vestido es el contrabando, pero es indispensable jamás rendirse y atacar todos los mercados, no nada más los de los grandes países, en especial luego del grave daño que sufrió toda la economía por la pandemia.Recordó que en 2020 y 2021, al igual que toda la economía, se presentaron grandes afectaciones por la pandemia del COVID, al grado de que se estima que en ese periodo la industria decreció 7%. El año pasado, empezó el repunte hasta que se alcanzaran los niveles previos a la pandemia. Para este 2023 se espera que la industria nacional tenga un crecimiento de 7%, respecto al año anterior.“En este año esperamos que la industria nacional tenga un crecimiento alentado por distintos factores, tales como el proceso que llaman “Nearshoring”, que significa el traslado de procesos productivos de Asia hacia México. También por la sustitución de importaciones que los tres países de América del Norte están impulsando para fabricar en la región insumos y productos que ahora vienen de Asia. De igual manera por el crecimiento de las exportaciones mexicanas de prendas de vestir”, dijo el presidente de la CANAIVE Jalisco, Roberto Santana Flores.A su vez, la funcionaria de SEDECO, Claudia Villarruel Enríquez, coincidió en apuntar que “se debe recordar que la pandemia afectó mucho, y vino a modificar hábitos de consumo, esquemas de producción, mercadeo y logística. Y estas tendencias vienen a revolucionar la manera en que conceptualizamos y organizamos la moda. Tenemos a milenials y centenials que hacen de los hábitos de consumo un reto. Y tenemos una población mundial de personas que van creciendo hacia la tercera edad, con patrones de consumo y necesidades distintas".“El mercadeo ya no es tradicional como antes, ahora tenemos esquemas que decíamos de comercio electrónico, cambaceo, pequeños bazares, comunidades que se unen para comercializar ciertas cosas, entonces están cambiando mucho los caminos y estructuras que teníamos por mucho tiempo muy estables”.Por su parte, la especialista en economía, Nora Ampudia Márquez, señaló que el sector del vestido que se verá de manera significativa afectado es el que va dirigido al sector social mediano.“El mercado de la moda es uno muy segmentado. El de lujo, mediano y el de la población con menores recursos. Para este año, dada la inflación que se tiene del 2022 y la que se prevé para éste, se espera que aumente el consumo de vestidos de segunda mano, a través de aplicaciones, que se están desarrollando. Incluso, hay grandes almacenes que se están especializando en este tipo de ventas de segunda mano".“La moda de lujo va a crecer de forma importante, porque tiene una demanda inelástica, es decir que tiene poder adquisitivo, son grandes consumidores de moda, y no baja su consumo. De hecho, es el consumo que más va a crecer en 2023”. No obstante, en el segmento medio se espera una caída de hasta tres por ciento.Los tres coincidieron en enfatizar a pesar de los escenarios complicados que se han vislumbrado. “Se trata de no rendirse y atacar todos los mercados, como el de la nostalgia, en Estados Unidos, que compra todo lo que es mexicano”, precisó Santana Flores.JMConsideran que el sector del vestido que se verá de manera significativa afectado es el que va dirigido al sector social mediano. EL INFORMADOR/J. Velazco