El bono y seguro catastróficos, contratados por el gobierno para hacer frente a emergencias por desastres naturales, no son suficientes para compensar la desaparición del fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), señaló un análisis de México Evalúa.“El uso de bonos catastróficos y seguros no es algo nuevo. En realidad, desde el 2006 se utilizaban para complementar la cobertura del Fonden, es decir, que Hacienda cuente con un bono y seguro catastróficos no compensa la desaparición del fideicomiso ni brinda cobertura extra que ya se tenía”, señaló.De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) para el 2022, el gobierno cuenta con un Seguro Catastrófico, el cual tiene una vigencia del 5 de julio del 2021 al 5 de julio del siguiente año.La cobertura de este instrumento es hasta por 5 mil millones de pesos, y se activa ante desastres naturales que superen un nivel mínimo de daños de 275 millones de pesos.“En caso de que se materialice algún siniestro, el seguro cubriría el riesgo de una reducción en los recursos presupuestales con motivo de la atención que se debe dar a los efectos ocasionados por los fenómenos naturales perturbadores”, se lee en los CGPE.Además, se cuenta con un Bono Catastrófico por 485 millones de dólares, el cual es contra pérdidas derivadas de sismos y ciclones tropicales, con una vigencia hasta marzo del 2024.En este sentido, México Evalúa agregó que estos instrumentos no garantizan por completo la cobertura de todos los fenómenos naturales –por ejemplo, el bono catastrófico sólo se activa en caso de terremotos y huracanes de cierta magnitud–, por lo que el gobierno debe garantizar los recursos para atender las catástrofes de todo tipo.Sin reglasEl Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, para el 2022, contempla, al interior del Ramo 23 “Provisiones Salariales y Económicas”, que se destinen 9 mil 054 millones de pesos al Fonden, 0.5% más que este año.Si bien la eliminación de este fideicomiso se oficializó este año, los recursos siguen presupuestándose en caso de alguna emergencia; sin embargo, ahora no cuentan con un fideicomiso o reglas de operación que marquen la pauta de cómo serán utilizados.“Aunque así se clasifican, sabemos que no irán a este fondo ya disuelto: simplemente están ahí para reaccionar, en teoría, ante un desastre, sin reglas de operación o un esquema previsto de cómo y cuándo se van a asignar los recursos. Ya no hay mecanismo de ahorro, la disponibilidad de recursos dependerá de que el programa presupuestario para ese fin tenga recursos disponibles ese año”, indicó México Evalúa.Lo anterior, agregó, pone al país en vulnerabilidad ya que se enfrenta mayor riesgo ante eventualidades y cambios en la liquidez del gobierno federal, es decir, estos recursos podrían no materializarse si no se llega a la meta de ingresos proyectada el siguiente año –de poco más de 7.08 billones de pesos– o bien, que el dinero se use para atender otras necesidades.Si te interesó esta noticia y quieres saber más, entonces descarga y descubre INFORMAPlus, la aplicación digital de EL INFORMADOR, en donde tenemos contenidos exclusivos, seleccionados por nuestros editores, para darles una experiencia más completa a los lectores.Descarga la aplicación y pruébala GRATIS por treinta días.Para iOS: https://apple.co/35jaVgb Para Android: https://bit.ly/3gwVSEVSi eres suscriptor de EL INFORMADOR tu acceso está incluido, solicítalo al 33 3678-7777.