La cerveza es una tradición ancestral. Dicha tradición fue retomada en Guadalajara por la Cervecería Minerva. Detrás de ese esfuerzo está el talento, convicción y pasión emprendedora de Jesús Briseño; creador y fundador de la empresa.Jesús es un hombre que no se siente cómodo en la zona de confort y está convencido que la mirada siempre debe estar puesta muy adelante, ahí donde el futuro se está construyendo.Su historia con la cerveza comenzó hace 20 años en un vuelo a Boston para visitar a su hermana durante el trayecto conversó con su compañero de asiento, quien sin querer lo inició en el arte de hacer cerveza doméstica. Al llegar a su destino tuvo la oportunidad de ir a una tienda especializada en esta actividad y de ahí en adelante su destino estaba trazado.La dura realidadSu primera incursión en el mundo de los negocios fue a través de Tierra de Malta, un restaurante que buscaba mediante la experiencia culinaria dar a conocer y posicionar el fruto de tantas horas de esfuerzo y aprendizaje, su creación: Cerveza Minerva.A pesar del empeño que tuvo en su primer iniciativa emprendedora, el restaurante no funcionó en números y tuvo que cerrar. Sin embargo, en lo que sí había funcionado es en abrir brecha para que Minerva se empezara a posicionar, lo cual lo llevó a tomar la decisión de hacer una transición para dedicarse exclusivamente a la elaboración de cerveza.Otro momento difícil fue por una inversión significativa que hizo en maquinaria para aumentar considerablemente la producción de cerveza, esto a partir de un pequeño ejercicio que realizó con varios restauranteros de aquella época, quienes le aseguraron que podrían comprarle una cantidad fija mensual de litros de cerveza Minerva. Todo parecía viento en popa, su producto gustaba y al parecer había cerrado una venta mensual importante, sin embargo, la realidad fue muy distinta.Por aquellos años las dos grandes cervecerías que operan en México tenían contratos de exclusividad con casi todos los restaurantes del país, lo cual les impedía vender otras marcas. De los 15 restaurantes con los que había cerrado trato sólo uno pudo vender Minerva.Esa realidad lo llevó a interponer, junto con otros productores de cerveza artesanal, una demanda antimonopolio, misma que ganó en 2014 y que, aunque sostiene que hay avances, aún persisten ambigüedades que se deben romper para que el mercado quede liberado de barreras comerciales.Reencauzar el barcoTodo este periodo de incertidumbre no lo minó, al contrario, supo ver que tenía que dirigir el barco hacía otro puerto y como buen capitán viró y transformó el modelo de negocio. Dejó la producción en barril para meterse de lleno al embotellado y ampliar sus consumidores directos, lo cual supuso invertir en estrategias de mercadotecnia y en crear una demanda que todavía no conocía los atributos de la cerveza artesanal.También tuvo el tino de observar que sus instalaciones estaban subutilizadas, por lo que abrió una nueva línea de negocio de maquila de cerveza. Al mismo tiempo se dio cuenta que los canales de distribución eran un tema que lo enfrentaba con altos costos, por lo que decidió aprovecharlos para vender cerveza importada Premium.Durante esos años también supo que un negocio no sólo sobrevive de buenas ideas, que tenía que emplear esfuerzo y dinero en captar talento que le ayudara a la empresa a llevar una buena administración, a tener consistencia en la parte legal y contable y en manejar un excelente sistema de operación y ventas. Esa visón, nos dice, es el arte que le permitió transitar de emprendedor a empresario.Cerveza MinervaHoy Minerva es una de las marcas de cerveza más importantes a nivel nacional y ha sido sin duda la empresa que le abrió el camino a otras muchas empresas que se dedican al giro artesanal.Por último, Jesús nos comparte las claves que para el son indispensables para tener éxito en los negocios. Primero, la perseverancia; estar consiente que un negocio tiene altas y bajas y estar dispuestos a superarlas. Segundo, el talento de atraer talento; saber que debes tener a los mejores. Tercero, la disciplina; fundamental para alcanzar objetivos. Y finalmente, tener visión; siempre buscar ver tu negocio adelante y no estancarte en el presente. Cerveza Minerva es hoy parte del patrimonio de nuestra ciudad, un patrimonio con aroma a malta y un futuro muy prometedor. Colaboración, Alfredo Aceves.