El sistema financiero mexicano aún padece las secuelas de la pandemia del COVID-19. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), las siete firmas financieras principales del país perdieron un millón 237 mil 775 usuarios que rompieron sus contratos de tarjetas de crédito, al cierre de octubre de 2020.En los primeros 10 meses del año pasado, 332 unidades bancarias no tuvieron más opción que cerrar.De acuerdo con Intercam, los créditos otorgados al consumo permanecen como los más impactados por las consecuencias de la pandemia. Al cierre de noviembre, registraron una caída anual de 8.1%, siendo el séptimo mes seguido con movimientos negativos y la peor contracción anual desde abril 2010. “La caída refleja el mal desempeño en sus segmentos principales, las tarjetas de crédito disminuyeron 10.1%, los créditos de nómina 3.4% y los créditos de consumo personales se redujeron 17.7 por ciento”, resumió la entidad bancaria.En una reunión de fin de año, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, dijo que para la banca ha sido un periodo de muchos retos por la pandemia.Pese a que los ingresos de 2020 resultaron menores que los del año antecesor, se cerró de forma aceptable, y ahora se encarará 2021 con la visión de una banca que colabore en la recuperación económica del país, añadió Niño.Las instituciones financieras aún cuentan con reestructuras para quienes quieran facilidades de pago de sus deudas, pero tendrán hasta el 31 de enero de este año para hacerlo.JL