Aunque el costo de la gasolina continúa a la baja, debido a la caída en los precios internacionales del petróleo, no sucede así con el gas licuado de petróleo (LP), el cual se incrementó. Por ejemplo, el cilindro de 30 kilogramos aumentó 23 pesos en promedio, comparándolo con agosto pasado, cuando obtuvo su promedio más bajo a nivel nacional en el último año.Hace siete meses, el kilo de este combustible tenía un precio promedio de 17.02 pesos, mientras que en marzo pasado se ubicó en 17.81 pesos (el cilindro pasó de 510.6 a 534.3 pesos).Antonio Sánchez Sierra, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), aclara que, a pesar de la liberación de los precios en 2017 por parte del Gobierno federal, el traer este combustible a México representa gastos elevados porque los buques cisterna cuestan “un poco caros”, y ese precio fijo lo absorben siempre los consumidores. “Por eso la gente se pregunta por qué no baja el gas. El gas tiene otro tratamiento financiero. No baja porque ni el Gobierno ni los particulares permitirán que disminuyan sus utilidades, entonces trasladan la carga al consumidor final”. Acentúa que esto también obedece a que todavía está haciendo frío en Europa, lo que provoca que el precio del gas suba. “Cuando eumpieza la estación primaveral desciende su costo y con nosotros también… durante el año se abarata, pero apenas estamos en esa situación y con esta pandemia no se darán los ajustes todavía”.Pedro Plascencia, quien acostumbra guardar los recibos de compra del cilindro de gas, señala que durante el último año notó una mejoría en los precios. Sin embargo, aunque en julio de 2019 adquirió el tanque en 490 pesos, en enero pasado lo compró en 516 pesos.EstacionarioDe acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el litro estacionario también registró un aumento. En marzo pasado, el costo promedio era de 9.51 pesos, mientras que en agosto de 2019 se ubicó en 9.16 pesos.GUÍALA VOZ DEL EXPERTOAntonio Sánchez Sierra (académico de la Universidad de Guadalajara)Una vez que la economía se recupere por las afectaciones de la pandemia por el coronavirus, los precios de los combustibles se incrementarán nuevamente y, probablemente, serán más altos de los que se tenían antes de la contingencia del COVID-19, considera el académico Antonio Sánchez Sierra. “Ahorita la gente está contenta porque la gasolina está bajando por la liberación de los precios internacionales, no porque el Gobierno mexicano los esté bajando. Hay que entender eso, lo único que mantiene fijo el Gobierno es la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS)”. Recuerda que actualmente la cuota del IEPS es de 4.91 pesos por litro y no ha sido reducida por el Gobierno federal. “Pudiera bajar más en México, pero ahora viene la otra cuestión: en cuanto pase esta crisis, más o menos en un año, los precios del petróleo nuevamente se van a disparar… porque ahorita la economía entró en una recesión”. Agrega que si bien bajó la demanda de los combustibles, en cuanto se reactive la economía “es muy posible que se incremente el precio de las gasolinas y no habrá dinero o presupuesto que tenga el Gobierno para frenar eso. Ahorita se tiene que ahorrar bastante en la cuestión de los combustibles”.Entre 2016 y 2020, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) sancionó a 47 gaseras que operan en Jalisco. También detectó irregularidades en otras 77, de un total de 537 inspeccionadas. Lo anterior, tras detectar anomalías en las básculas verificadas, los vehículos que se encuentran en las plantas y que circulan en la vía pública, así como en los autotanques. De acuerdo con el histórico reportado por la dependencia federal, otras 59 empresas se negaron a ser verificadas durante ese periodo. De las 20 gaseras verificadas en este año, tres fueron multadas por inspectores de la Procuraduría. Una de éstas opera en El Salto y fue sancionada el pasado 17 de febrero, aunque no se reporta clausura de tanques o vehículos. En enero pasado, Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Profeco, puntualizó que las sanciones aplicadas a las gaseras son superiores a las que se imponen a las gasolineras. “Se portan menos bien los del gas LP. Nos vemos en la necesidad de inmovilizar más cilindros, más vehículos… nos vemos en la necesidad de imponer más multas, pero esperamos que el comportamiento se regularice. Era un tema que estaba abandonado en la anterior administración, hacían lo que se les venía en gana”.La principal denuncia ante la Profeco con respecto al servicio de gas LP es que los consumidores reciben “contenido incorrecto”; es decir, se presenta la “ordeña” de los cilindros.La Dirección de Verificación de Combustibles reportó que en 2017 los usuarios del Área Metropolitana de Guadalajara interpusieron 27 denuncias, mientras que el año pasado fueron 44.Entre enero de 2015 y diciembre de 2019, el Estado sumó 177 quejas, de las cuales 51 fueron por la negativa al cambio, la devolución o por no corregir errores. A nivel nacional se realizaron cuatro mil 384 denuncias por el mal servicio o irregularidades de estas empresas. Para combatir los problemas que se presentan en la distribución de este combustible, la Profeco inició este año el proyecto de la Norma Oficial Mexicana para medidores de gas LP. Y se trabajaba también en la Norma Oficial para los sistemas de medición y despacho en las estaciones de servicio. “Estamos trabajando en la Norma Oficial Mexicana para los cilindros. También sobre las facultades de cobro de la Profeco”, destacó el procurador.TELÓN DE FONDOEn las últimas semanas, los precios de las gasolinas se han reducido, pero el aislamiento voluntario que se aplica en Jalisco por la pandemia del COVID-19 provocó que las ventas de algunas estaciones de servicio disminuyeran hasta 60 por ciento. “Aquí han bajado las ventas como 60%. De vender como 60 mil pesos, sólo se venden 30 mil”, dijo una empleada de una gasolinera en López Mateos y Pegaso.La baja en las ventas afecta a los despachadores, ya que también viven de las propinas. “Aquí lo que nos mueve, además del salario, son las propinas. Al no tener afluencia de gente tampoco hay propinas”, añadió César Jiménez, otro empleado.Los trabadores se refirieron también al problema que les representa el que cada estación pueda establecer el precio del litro. “Los clientes nos pelean porque los precios son por zonas y cada gasolinera vende de acuerdo con sus costos. Cada dueño pone sus precios. Antes vendían todos parejo; ahora no”, explica Fernando Garín.En algunas gasolineras aseguran que, hasta la semana pasada, no se había alterado la venta. “La gente está cargando normal, aunque a veces el mínimo nada más (100 pesos)”, apunta César Jiménez, empleado de una estación en avenida Vallarta.En otro establecimiento en avenida Colón casi esquina con Periférico, donde se vende a 16.75 pesos el litro de la verde, uno de los empleados aseguró que es “muy raro” que tengan poca gente. “Aquí se vende muy barato, siempre hay mucha fila”, comenta Carlos Alberto López. Los bajos precios obedecen a la caída del precio internacional del petróleo. Este medio publicó que el barril del crudo se vendió en 10.37 dólares, el precio más bajo en los últimos 21 años, lo que complica más el panorama financiero de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya nota crediticia acaba de ser degradada por Standard & Poor’s el jueves pasado.La empresa estatal reportó que el precio de la mezcla mexicana del petróleo de exportación se hundió 20.3% (2.6 dólares con respecto al viernes pasado).En este año, el precio promedio del barril es de 40.9 dólares, por debajo de los 49 dólares que el Gobierno estimó en la Ley de Ingresos 2020, mediante la contratación de un programa de coberturas petroleras que costaron alrededor de 20 mil millones de pesos.Durante el primer bimestre de este año, las ventas del gas licuado de petróleo (LP) presentaron una disminución con respecto al mismo periodo de 2019. En enero y febrero pasados, Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó ingresos por cinco mil 155 millones de pesos por este concepto, mientras que en los mismos meses de 2019 se captaron siete mil 237 millones. El año pasado ya se había cerrado con pérdidas en esta materia. Al cierre de 2019 se realizaron ventas por 32 mil 541 millones de pesos, por debajo de los 52 mil 204 millones de 2018. Los descuentos otorgados por Pemex a las empresas distribuidoras han sido señalados como uno de los principales problemas para la captación de ingresos. En septiembre pasado, el senador por Morena, Cruz Pérez Cuellar, presentó una iniciativa para evitar que la empresa del Estado aplique este tipo de beneficios a las compañías comercializadoras.El Artículo 78 del Reglamento de las Actividades de la Ley de Hidrocarburos establece que los permisionarios pueden pactar descuentos con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), los cuales deberán sujetarse a los principios de generalidad y no discriminación. El otorgamiento de descuentos diferenciados por parte de Pemex Transformación Industrial, se destaca en la iniciativa, representa pérdidas económicas para la empresa del Estado por los “descuentos ilegales” aplicados por algunos de sus servidores públicos a unas cuantas empresas, lo que cuesta miles de millones de pesos al erario. Agrega que esto genera incertidumbre, ya que no existe igualdad de condiciones al tener Pemex “la discrecionalidad absoluta de decidir a quién le otorga un descuento de 0% y a quién de 22.11%, sin importar que ambos clientes reunieran las mismas condiciones”. En el documento se señala que esto último provoca que las empresas no puedan ofrecer las mismas condiciones de mercado. Recuerda también la multa por 36.2 millones de pesos que impuso la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a Pemex Transformación Industrial (durante mayo pasado), por distorsionar el mercado de gas LP mediante el trato preferencial a algunos de sus clientes. “En su resolución, la CRE calculó en mil 505 millones de pesos el daño provocado por la conducta ‘grave, reiterada y sistemática’ de Pemex, en el periodo mayo de 2017 a mayo de 2018”.Sigue: #DebateInformador¿Subió el precio del gas LP en su colonia en el último año?Participa en Twitter en el debate del día @informador