El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, destacó que el capítulo energético de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) quedó cerrado.Con este avance, el funcionario resaltó que los pendientes para que se pueda terminar el acuerdo se resumen a “dos o tres”.Al anuncio de Guajardo se sumó el de Jesús Seade, quien representa en las discusiones al próximo Gobierno federal: “En otros estamos avanzando. Ya está planchado”.Los equipos de México y Estados Unidos han trabajado durante toda la semana en Washington para llegar a consensos en cuestiones binacionales y sumar a la delegación canadiense para concluir el acuerdo comercial trilateral.Esta semana es clave para firmar el documento, debido a que el Congreso estadounidense debe ser informado del pacto 90 días antes, fecha que coincide con el cambio de Gobierno en México y las elecciones en Estados Unidos. Las conversaciones entre México y Estados Unidos para la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) continuarán este lunes, tras maratónicas reuniones el fin de semana para resolver asuntos bilaterales que permitan finalizar un nuevo pacto junto al tercer socio, Canadá."Hemos seguido avanzando. Regresaremos mañana (hoy) a las 09H00 (13H00 GMT)", dijo el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, al abandonar el domingo las oficinas del representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer.Los negociadores se reunieron por más de ocho horas en Washington con miras a cerrar un trato bilateral, que según dijo el sábado el presidente estadounidense, Donald Trump, "podría alcanzarse pronto".Pero Lighthizer negó que hubiera humo blanco al retirarse acompañado de Jared Kushner, yerno y asesor del presidente Trump, que también participa en las conversaciones."¿Alcanzaron un acuerdo?", le preguntaron los periodistas, a lo cual se limitó a responder: "No, no, no".Al llegar a las pláticas, Guajardo había asegurado que estaban "prácticamente" en las "últimas horas" de la negociación, aunque un rato después matizó diciendo: "Aún no podemos cantar victoria".En las últimas cinco semanas, la delegación de México ha estado yendo y viniendo a Washington para tratar de solucionar asuntos con sus pares estadounidenses, luego de que las negociaciones entre los tres socios se estancaron en mayo, en parte por las elecciones presidenciales mexicanas del 1 de julio.El canciller mexicano, Luis Videgaray, que asiste a las conversaciones, dijo que el domingo fue "un día muy intenso de trabajo".Consultado sobre cuándo se unirán los canadienses a la mesa, dijo: "En cuanto termine esta etapa por supuesto que la siguiente es que venga Canadá, pero todavía no terminamos".La ministra de relaciones exteriores canadiense, Chrystia Freeland, saludó la semana pasada los progresos de sus socios y dijo estar lista a sumarse cuando sea convocada.Los negociadores trabajan a contra reloj para alcanzar un nuevo TLCAN para finales de agosto. La fecha límite se debe a que quieren firmarlo antes de que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, entregue el cargo al mandatario electo, Andrés Manuel López Obrador, el 1 de diciembre, y para esto, el Congreso estadounidense debe ser informado del pacto 90 días antes.El TLCAN, vigente entre México, Estados Unidos y Canadá desde 1994, está bajo revisión desde agosto de 2017 a instancias de Trump, que lo considera "un desastre" para su país y amenazó incluso con abandonarlo o entablar acuerdos separados con los otros dos socios."Estamos haciendo mucho esfuerzo por lograr los objetivos, mañana veremos", dijo Guajardo el domingo, apuntando que proseguirá en estas horas las consultas con los representantes del sector privado mexicano que viajaron días atrás a Washington para estar al tanto de las pláticas.Más temprano, Guajardo había dicho que quedaban pendientes "dos, tres" temas para cerrar un acuerdo de principios con Estados Unidos, sin dar mayores detalles."Todo aterrizará cuando las soluciones finales estén", afirmó.Uno de los grandes escollos en las conversaciones bilaterales ha sido el tema de las reglas de origen de la industria automotriz, que Estados Unidos pretende endurecer, quitándole a México las ventajas obtenidas por los bajos salarios y el comercio libre de aranceles.Según reportes de prensa, el nuevo pacto aumentará el requisito de contenido regional en vehículos producidos en América del Norte, pasando del actual 62.5% al entorno del 70%. Además, se exigirá que 40% del valor provenga de zonas con salarios de unos 16 dólares la hora. Los vehículos ensamblados en plantas existentes que no cumplan con esto pagarán aranceles de 2.5%.Jesús Seade, delegado de López Obrador en las negociaciones del TLCAN, eludió confirmar el sábado estas informaciones pero dijo que el tema automotor está "basicamente resuelto", aunque "hay algunos aspectos de plazos y cosas que todavía están sin resolver".Otro punto espinoso es la propuesta de Estados Unidos de que haya ventanas de estacionalidad en el comercio de productos agrícolas, algo que México ha considerado inaceptable. Guajardo afirmó el domingo que ese asunto "sigue siendo parte del paquete de soluciones".Un tercer motivo de escozor tiene que ver con la alegada intención de Washington de incluir un nuevo capítulo sobre energía en el modernizado TLCAN, para rechazo de López Obrador, que prevé reformas en ese sector muy sensible para los inversionistas.Seade dijo el domingo que "el tema grande energético" está "planchado" (preacordado)."Es lo que estamos avanzando", señaló, tras asegurar el sábado que ya se había alcanzado "algo satisfactorio" aunque sujeto todavía a chequeos técnicos.Guajardo se negó a hacer comentarios al respecto.AFP