Amazon Web Services (AWS) vende almacenamiento y procesamiento de datos a compañías que no quieren tener el dolor de cabeza que significa manejar sus propias infraestructuras de tecnología informática.Es un negocio conocido como computación en la nube o cloud computing y existe desde hace apenas 10 o 15 años.Es un área en expansión que en el último trimestre le trajo a Amazon el 70% de sus ganancias.En una entrevista con la BBC, Jassy explicó que la división comenzó con start-ups como Airbnb, Deliveroo y Pinterest, pero que recientemente empezaron a recurrir a ella firmas más establecidas.A pesar del éxito, el negocio está enfrentando ciertos desafíos. Uno de ellos es una feroz competencia de Microsoft.En octubre sufrió uno de los peores golpes en ese sentido, cuando Microsoft le ganó el jugoso contrato para el desarrollo digital del Pentágono.Eran de US$10.000 millones procedentes del Departamento de Defensa de EE.UU. para llevar a cabo el proyecto llamado Empresa Conjunta de Infraestructura de Defensa (JEDI, por sus siglas en inglés).Ahora Amazon está apelando la decisión, argumentando que hubo interferencia de la Casa Blanca.En un documento hecho público en diciembre, AWS explicaba el porqué de su disconformidad."La cuestión es si debe permitírsele al presidente de EE.UU. usar el presupuesto del Departamento de Defensa para lograr sus propios objetivos políticos y personales", señalaba."Los errores del Departamento de Defensa, considerables y ubicuos, son difíciles de entender. E imposibles de analizar separadamente de la determinación del presidente, expresada en sus propias palabras, de 'joder a Amazon'".Durante el evento anual de AWS en Las Vegas, Jassy le dijo a la BBC que la decisión era arriesgada, ya que Amazon tiene "la mejor plataforma de infraestructura tecnológica posible".El ejecutivo también señaló que el hecho de que el gobierno "no base" sus decisiones en "evaluaciones objetivas" establece un precedente "muy peligroso".Al preguntarle si la decisión respecto a JEDI afectaría al futuro trato de Amazon con el gobierno, aclaró que no.¿Pero habrá espacio para que la relación mejore?Es poco probable, ya que el presidente Trump ha dejado claro su desagrado por Amazon.En parte se debe a que su fundador, Jeff Bezos, también controla el diario The Washington Post, al que el presidente considera hostil hacia su figura.Es más, Amazon podría enfrentar otras batallas con agencias gubernamentales estadounidenses.La empresa también está siendo sometida a varias investigaciones sobre posibles prácticas anticompetencia.A principios de diciembre, un informe de Bloomberg sugirió que la Comisión Federal de Comercio (FTC) estaba ampliando su indagación sobre Amazon más allá de sus operaciones de comercio electrónico para incluir a AWS.El informe sugería que la FTC estaba investigando si AWS está discriminando a compañías que también trabajan con otros proveedores de almacenamiento en la nube, y priorizando a aquellos que trabajan exclusivamente con AWS.Jassy, sin embargo, no quiso ahondar en este tema.Otra de las cuestiones en la mira es la tecnología de reconocimiento facial de Amazon, a la que la compañía llama Rekognition.Organismos de derechos civiles han dicho que es "quizás la tecnología de vigilancia más peligrosa que se ha desarrollado".Su rival Google solo la usa para identificar rostros coincidentes de famosos y el presidente ejecutivo de su negocio de almacenamiento en la nube, Thomas Kurian, le dijo a la BBC que no ofrecen servicios más poderosos como Rekognitition porque en algunos países estos no son legales.Jassy afirma que existe confusión debido a la falta de regulación a nivel federal."Si no tienes un gobierno federal que regule algo sobre lo que la gente está debatiendo, entonces terminas con una regulación distinta por cada una de los 50 estados, incluso más a nivel municipal", afirma.Y sugiere que el reconocimiento facial está siendo usado para hacer el bien."Ha reunido a niños perdidos con sus padres, ha identificado tráfico humano, ha mejorado la seguridad y los procesos de identificación... Es un valor añadido para la sociedad de diversas formas", asegura Jassy.Y añade que en los tres años en los que lleva utilizándose, no han recibido ningún reporte de uso indebido por parte de las fuerzas del orden.De acuerdo al ejecutivo, AWS establece directrices muy claras sobre cómo deben usarla: solo cuando la fiabilidad sea del 99% o más. E incluso en esos casos debe ser una evidencia más para una investigación llevada a cabo por humanos."Ofrecemos entrenamiento gratuito a los cuerpos de seguridad sobre cómo usar la tecnología de reconocimiento facial, y si se nos reportara que hay un uso indebido, algo que hasta ahora no ha pasado, les suspenderíamos del uso no solo de este servicio, sino también de la plataforma en general"."Pero entiendo que la gente quiera tener más garantías de que eso no pueda ocurrir.Creo que el gobierno debe regular y ofrecer más directrices".Cambio climático: ¿está la nube ayudando o entorpeciendo?Las compañías de la nube almacenan datos en sus propios centros de datos, como lo hace Amazon.El asunto es que estos centros de datos son devoradores de energía: consumen casi 2% de la electricidad mundial y contribuyen al 0,3% de las emisiones globales de carbono, según la revista Nature.Ante ello, Amazon ha prometido que para el 2024 el 80% de la energía necesaria para el funcionamiento de la empresa será renovable y para el 2030 lo será el 100%.Y se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono para el 2040."El medioambiente es un asunto obviamente crítico para el futuro de nuestro planeta, y para hacerlo habitable para nuestros nietos, y Amazon ha establecido una serie de objetivos muy exigentes que no estoy seguro si has visto en otros", argumenta.La semana pasada British Petroleum (BP) anunció que abastecería de energía renovable a los centros de datos europeos de AWS que manejan su plataforma de la nube.Pero BP y Shell son clientes de AWS, lo cual ha atraído críticas, incluso de los propios empleados de Amazon.En abril, miles de empleados de Amazon firmaron una carta indicando que la compañía no debería trabajar con la industria petrolera.Ante esto, Jassy argumenta que la computación en la nube no facilita las actividades que contribuyen al calentamiento global."Aunque los proveedores de la nube dejaran de ofrecerles el servicio a las compañías de luz y gas, eso no significa que estas dejarían de trabajar como lo hacen ahora".Jassy señala que la computación en la nuble es más eficiente desde el punto de vista energético que la infraestructura de tecnología informática que de otra forma estarían usando las compañías de luz y gas."Preferimos ser parte de la solución y ayudar a que las propias compañías de luz y gas sean más eficientes y beneficiosas para el medioambiente. Y poder también invertir sustancialmente y más rápido en energías renovables y en otras invenciones de este área".****Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga la última versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.