La elevada inflación, que dura más de lo previsto inicialmente, y los altos precios de la factura energética por el encarecimiento del gas en los mercados internacionales reducirán el consumo de los hogares italianos en 100 mil millones de euros en 2022, estimó ayer la asociación de consumidores Assoutenti.“Las familias se encuentran en una situación extremadamente peligrosa: por un lado están asediadas por el aumento de los precios, con una inflación que fue del 3.7% (interanual en noviembre, según el Instituto italiano de Estadísticas), y por otro tratan de afrontar los aumentos en las facturas de la luz y del gas”, afirmó la asociación italiana en una nota.“Una batalla que provocará una masacre en términos de consumo. La pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos” les obliga a “ajustar sus gastos en elementos no esenciales para llegar a fin de mes, con un daño inmenso al comercio y a la economía nacional”, añadió.La Autoridad Reguladora de Energía, Redes y Medio Ambiente de Italia (Arera) ha calculado que cada familia italiana sujeta al mercado mayorista pagará un 55 % más en el recibo de la luz y un 41.8 % más en el del gas en el primer trimestre de 2022 respecto al último de 2021, pero el impacto habría sido mayor si el Gobierno de Mario Draghi no hubiera reservado 3 mil 800 millones de euros para congelar los cargos fijos del sistema y dar subvenciones a las familias vulnerables.