La crisis mundial por la pandemia de COVID-19 tendrá un impacto estimado de 5 mil 291 millones de dólares para las aerolíneas mexicanas, si los bajos niveles de operación aeroportuaria continúan hasta junio, estimó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), que integra a más de 290 líneas aéreas en el mundo. En conferencia de prensa virtual, el vicepresidente para las Américas de la IATA, Peter Cerdá detalló que además del impacto directo a la aviación comercial, la mínima operación de vuelos afectará a la cadena productiva que depende de las aerolíneas con pérdidas por alrededor de 13 mil millones de dólares. “Prevemos que sólo para el mercado mexicano los ingresos disminuirán en el orden de 5 mil 300 millones de dólares. Sin medidas de alivio inmediatas, las aerolíneas que hoy operan en México no estarán en condiciones de continuar sus operaciones en los niveles anteriores a la crisis”, dijo. Cerdá agregó que la situación de México es preocupante porque el gobierno no ha atendido sus llamados para implementar medidas financieras que permitan aminorar el impacto a las empresas aéreas, las cuales podrían quebrar. “Nos preocupa porque cuanto más tiempo se extienda la crisis, más nos ponemos en riesgo que la industria sea muy distinta a lo que era cuando entramos a la pandemia”, aseguró Peter Cerdá. El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha negado a establecer mecanismos fiscales para las ‘grandes’ empresas y ha ignorado las peticiones de organizaciones como la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), que solicitó prórrogas para hacer frente al pago de cuotas por espacio aéreo, combustible y otros costos fijos. La IATA reveló que ha intentado entrar en contacto –a través de cuatro misivas y peticiones de reuniones virtuales–, con el presidente López Obrador y con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para explicar la necesidad de estímulos fiscales, así como ayuda financiera para evitar la pérdida de empleos, que en la aviación sería de 96 mil 600 plazas de trabajo, sin que al momento hayan tenido éxito. “El 2 de marzo escribimos a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) para solicitar el apoyo de México en el tema de slots, que nos fue concedido; el 19 de marzo escribí a la SCT; el 25 de marzo el director general de la IATA escribió una carta al presidente de México; y el 8 de abril se envió una carta conjunta para solicitar una reunión con la SCT”, aseveró Cerdá. Sin embargo, las aerolíneas no han recibido respuesta de ninguna autoridad mexicana. “No vemos el respaldo del gobierno mexicano para las aerolíneas (…) no hemos visto tomar al gobierno tomar el liderazgo necesario para sobrevivir”, reiteró el directivo. México es uno de los pocos países en América Latina que no cerró su espacio aéreo, junto con Brasil, pero a la fecha que no ha anunciado medidas financieras, como préstamos, para evitar la quiebra de las aerolíneas que, en promedio, sólo tienen un par de meses en caja para solventar el pago de salarios. Piden reevaluar Santa Lucía En su conferencia virtual la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) exhortó al gobierno mexicano a reevaluar la pertinencia de la construcción de Santa Lucía, ante el impacto que la crisis tendrá en la aviación. “La mejor posición del gobierno mexicano es que evalúe cualquier proyecto de construcción masiva, el panorama va a ser distinto cuando salgamos de la crisis”, aseguró Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la IATA. La recomendación a nivel mundial de la Asociación es analizar la viabilidad de proyectos de remodelación y el inicio de proyectos aeroportuarios, pues la demanda después de la crisis será menor. Pese a la contingencia sanitaria, el gobierno mexicano ha señalado que las obras prioritarias, como Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, continuarán su construcción. La caída registrada en los últimos días de marzo en la aviación mexicana ha llevado a las aerolíneas a operar por debajo del 15 por ciento de sus bitácoras habituales. Por ello, la IATA insistió en que el gobierno mexicano debe conversar con la industria aérea para analizar la pertinencia del aeropuerto de Santa Lucía, el cual, desde el anuncio de su construcción fue criticado por las aerolíneas debido a su mínima capacidad en comparación con el puerto aéreo que se canceló en Texcoco. “Lo que va a ser la demanda (de vuelos) en los próximos meses y años, no va a ser la misma de antes de la crisis”, agregó Cerdá. Hasta antes de la crisis mundial, el gobierno preveía que Santa Lucía transportaría 19.4 millones de pasajeros en su primera etapa, la cual sería alcanzada hacia 2032.
