Este era el momento. Si alguien iba a detener a Novak Djokovic en las semifinales de Wimbledon, si Jannik Sinner (mucho más joven y con golpes mucho más potentes) iba a cambiar ayer el rumbo del partido, la monumental remontada tenía que empezar de inmediato.Djokovic lo sabía. Sinner lo sabía. Los cerca de 15 mil espectadores en la cancha central lo sabían.Después de ganar los dos primeros sets, Djokovic sacaba 4-5 en el tercero y un error de derecha lo colocó abajo 15-40. Dos oportunidades para que Sinner quebrara el servicio. Dos oportunidades para que se quedara con un set. Djokovic falló en su primer saque, lo que desató algunas muestras de aprobación en las gradas. En tono sarcástico, el serbio aplaudió con su raqueta y la pelota, y luego levantó el pulgar.Respaldó cada uno de sus gestos. Djokovic simplemente no sabe perder últimamente en All England Club. O en cualquier torneo de Grand Slam, en todo caso. Ganó con tranquilidad los próximos cuatro puntos para quedarse con el juego, volteó a las gradas y en tono de burla hizo como si se enjugara una lágrima. 20 minutos después, el partido había terminado, y el triunfo 6-3, 6-4, 7-6 (4) sobre Sinner le permitió acercarse a empatar la marca con ocho títulos en Wimbledon y cinco de manera consecutiva.“El tercer set pudo haber sido para él”, dijo Djokovic, quien mañana se medirá al número uno del mundo, Carlos Alcaraz. “Realmente había mucha, mucha presión”.Alcaraz desplegó todo su talento, incluidos 17 de 20 puntos en saque y volea, para vencer al tercer preclasificado Daniil Medvedev por parciales de 6-3, 6-3, 6-3 y avanzar a su primera final en el Grand Slam sobre césped.Mientras que el serbio busca su 24to título de Grand Slam, el español de 20 años busca conquistar su segunda corona mayor, luego del U.S. Open en septiembre pasado.“¿Qué puedo decir? Todos saben el tipo de leyenda que es”, dijo el español sobre su rival del domingo. “Va a ser muy, muy complicado. Pero lucharé. Creeré en mí, creeré que puedo vencerlo aquí”.Nadie ha podido derrotar a Djokovic en Wimbledon desde 2017. Y nadie lo ha vencido en la cancha central desde Andy Murray en la final de 2013.Djokovic salió de problemas constantemente con su saque, neutralizando los seis puntos de rompimiento que enfrentó, para llegar a su novena final en All England Club. En total llegó a 35 finales de Grand Slam, la mayor cantidad para cualquier hombre o mujer en la historia.Ahora continúa en su misión por sumarse a Roger Federer como los únicos hombres en ganar el trofeo de singles en ocho ocasiones en Wimbledon. Martina Navratilova levantó el título femenino en nueve oportunidades.Djokovic también busca su 24to título de Grand Slam. Llegó a 22 en Australia en enero pasado y a 23 en Roland Garros en junio. Sus zapatillas tienen un número 23 estampado al costado.De ganar el domingo, llegará al U.S. Open del próximo mes con la oportunidad de ganar el Grand Slam calendario por primera vez entre los varones desde Rod Laver en 1969.Para Djokovic fue su 46ta semifinal de Grand Slam, para Sinner fue su primera, y se notó sobre la cancha.APEl español Carlos Alcaraz, finalista en Wimbledon, aseguró ayer que la final de mañana contra el serbio Novak Djokovic va a ser “el mejor momento” de su vida.“Es más especial jugar una final contra una leyenda de nuestro deporte”, dijo el murciano en rueda de prensa. “Si gano, sería increíble para mí, no solo por ser un título de Wimbledon... Pero por hacerlo ante Novak, sería superespecial. Para ser el mejor tienes que ganar a los mejores. Novak es uno de ellos, sería genial”, dijo.“Probablemente va a ser el mejor momento de mi vida. Jugar una final aquí es algo que he soñado cuando empecé a jugar al tenis. Es incluso mejor si es contra Novak, va a ser muy emocional para mí, para él es un día más, pero para mí es el mejor momento de mi vida”, añadió Alcaraz, que calificó la semifinal de Roland Garros como aprendizaje.“Espero no salir con tantos nervios como en Roland Garros. Intento dejar todos los nervios fuera, disfrutar el momento. En Roland Garros no lo hice, no disfruté nada. Prepararé el partido de forma diferente, espero no tener calambres, seré mejor el domingo. La final del domingo es una revancha conmigo mismo, de lo que pasó en las semis de París de aprender de ello, va a ser una lucha personal, de no querer que me pase lo mismo, de mejorar, de hacer las cosas diferentes” agregó.“Físicamente haré lo mismo; en la parte mental haré algo diferente, para estar tranquilo, para demostrar que no estoy nervioso. Intentaré olvidar que voy a jugar una final contra Novak”, comentó Alcaraz.Sobre la estrategia para el partido, Alcaraz afirmó que aún tiene que profundizar en ello junto a su equipo. “Novak no tiene debilidades. Va a ser muy difícil encontrar la manera de ser peligroso. Crecí viéndole jugar, le admiro muchísimo. Él ha ganado a todos los grandes, Roger, Rafa... No hace nada mal en la pista, es una bestia físicamente y mental”.EFE